Los detalles más desconocidos de la Cofradía oficial

El Viernes Santo y más concretamente su jornada matinal se volvió a cumplir la tradición andaluza de visitar los Monumentos, donde está el Santísimo expuesto para que los cristianos recen y mediten, pero la mujer vestida con la clásica mantilla española, de color negro, al igual que el vestido, de luto riguroso y el hombre, igualmente de luto y con traje. Esa fue la imagen que pude ver en distintos templos, entre otros en la iglesia de San Pedro, con los jóvenes de la Hermandad del Prendimiento, integrantes de la Hermandad del Rocío o gente anónima como fue el caso de Manuel Bautista Sevilla y su esposa, Carmen Plaza. Llevan muchos años visitando los Monumentos y así de elegantes.

Mientras esto se podía ver en el interior de la iglesia, a las puertas, el Grupo Joven de la Hermandad del Santo Sepulcro ofrecía a los visitantes sus recuerdos para recaudar fondos destinados a la cofradía.

Grande Viernes Santo
Todos pudimos ver el gran Viernes Santo vivido, tanto por el aspecto climatológico, como por lo que respecta a las cofradías que procesionaron: Sepulcro, Caridad y Soledad.
 
Cuadrilla del palio
El paso de palio de la Virgen de los Dolores, de la Hermandad del Entierro, fue portado por una nueva cuadrilla. Finalizado el cortejo recibió la felicitación de todos los cofrades, encabezados por su hermano mayor, Jorge Espinosa. Buena parte del éxito se lo debe a ellos y a la del paso de Cristo. Su rápido andar, maestría y elegancia fueron alguna de las claves del éxito. 

La cuadrilla del paso de palio estuvo encabezada por su capataz, Rafael Morcillo, José Carmona, Ismael Ruiz, José Manuel Martínez y Leandro Becerra.

Estación de Penitencia
En el interior de la Catedral y a puerta cerrada se volvió a vivir la anual Estación de Penitencia de la Real Hermandad del Santo Sepulcro, única que entra en el primer templo de la diócesis.   

Llegado el cortejo procesional hasta la fachada principal catedralicia, el diputado mayor de gobierno del Santo Sepulcro solicitó entrar a la Catedral, siendo recibidos por el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, el cabildo de la Catedral, encabezados por el deán, Juan Torrecillas, numerosos seminaristas del Seminario de San Indalecio y las primeras autoridades civiles, con el alcalde a la cabeza. La representación militar y subdelegación de Defensa y Gobierno lo hicieron desde la iglesia de San Pedro, al igual que la Cofradía.

Ante el Cristo Yacente
Finalizada la procesión del Entierro, los cofrades situaron al Cristo Yacente en la puerta lateral de la iglesia, en calle Ricardos, exponiéndolo ante la presencia de la Virgen de la Soledad. Impresionante y bello momento vivido.