Los relojes con GPS para niños ha sido uno de los regalos estrella de estas Navidades. La necesidad de tener a nuestros hijos geolocalizados crece y por distintas circunstancias. En China, por ejemplo, han decidido hacerlo para combatir el absentismo escolar. En más de diez colegios al sur del país, se ha puesto en marcha un proyecto piloto que parece sacado de un libro de ciencia ficción: han desarrollado unos uniformes con GPS que permiten saber dónde están los alumnos en cada momento y también avisan si se quedan dormidos en clase, informa la Cadena SER.
El director de uno de los centros asegura en el diario oficial chino Global Times que, desde que los usan, ha reducido mucho las faltas de asistencia.
La información sobre dónde están los menores la reciben tanto los padres como los profesores y, según el diario, cada uniforme lleva un chip en cada hombro y se registra junto con el rostro del estudiante para que no puedan burlar el sistema de alarmas que se activa si salen de los centros.
Este control casi absoluto de los alumnos ha despertado críticas en las redes sociales chinas por el riesgo de violar la privacidad de los alumnos. Los directores de los centros se defienden y aseguran que sólo se utiliza dentro del horario escolar.
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