¿Cuáles son los mejores roscones de Reyes?

El roscón de Reyes es, sin duda, el dulce navideño por excelencia e imprescindible cada 6 de enero para muchos hogares en nuestro país. Relleno de nata, chocolate o sin nada son los protagonistas en las mesas españolas a la espera de la llegada de Sus Majestades. 

La decoración de este dulce son bastante características. Se decora con azúcar, almendra y fruta escarchada, con un sabor a cítricos debido a la presencia de la naranja y el limón, y especialmente al agua de azahar. Muchos detalles que hacen diferente a uno de otro ¿Pero cuál es el mejor de los que puedes comprar en el supermercado?

Los reyes de los supermercados

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha cotejado los roscones que se encuentran en el mercado, desde los que se compran en una buena pastelería o los roscones envasados en grandes supermercados. 

Aunque estos últimos son más baratos e incomparables con los de una pastelería, hay algunos cuya relación calidad-precios, es bastante buena y asequible para el bolsillo de muchos. Y para ello, la OCU ha comparado los roscones de Ahorramá (supermercado de Madrid), Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, El Corte Inglés, Eroski, Lidl, Mercadona e Hiper Usera (supermercado de Madrid); valorando el etiquetado y teniendo en cuenta la calidad de las grasas, el sabor y el aroma. 

En el ranking, el mejor valorado es el de El Corte Inglés, caracterizado por la calidad del relleno y la decoración, aunque también tiene el mayor precio de 17,59 euros/kg. Y en esta misma línea, aunque mucho más económico, es el roscón de Lidl, con un precio de 6,65 euros/kg. 

Los que han sido catalogados como los roscones de menor calidad han sido el de Ahorramás, Alcampo, Aldi, Hiper Usera y Mercadona. El precio de todos ellos oscila entre 7 y 12 euros/kilo. 

Origen del roscón

El origen del roscón se remonta al siglo II a.C. Este dulce se comía durante las fiestas del pueblo romano para celebrar el fin de la temporada agraria. Estas fiestas se llamaban 'las Saturnales', honrando a Saturno, dios de la agricultura y las cosechas. 

Eran unas celebraciones donde los esclavos no trabajaban y en esos días realizaban una torta con miel, frutos secos, dátiles e higos. Esto se convirtió en una tradición y uno de los postres más populares en esa época. 

Un siglo más tarde, se introdujo la haba, símbolo de fertilidad y fortuna. A aquel que le tocase se le auguraba prosperidad hasta el año siguiente. Con el cristianismo, estas fiestas que eran de índole pagano, desaparecieron, aunque no esta tarta, ya que el emperador Teodosio se apropió de este dulce y le dio la forma del roscón actual. 

En el siglo XVIII se añadió la moneda de oro, símbolo de sorpresa, mientras que el haba se convirtió en un símbolo despreciado por aquel que le tocase. Y aunque se desconoce muchos datos históricos sobre el roscón, se sabe que es un dulce muy consumido en los países de habla hispana, además de España, y muy arraigado en Francia, y que en su momento fue muy cotizado por la realeza y las clases altas.