Crónicas del ayer: 19 años del hundimiento del pesquero ‘Enrique El Morico’

A las 11,45 de la mañana del 3 de agosto de 2004 como consecuencia de un violento e inesperado golpe de mar, se hundió en el mar de Alborán a unas 27 millas al sur-suroeste de la bahía de Almería, el pesquero “Enrique el Morico” de diecisiete metros de eslora con base en el puerto de Adra, con seis tripulantes a bordo. Todos se salvaron excepto el patrón del barco, Miguel Ángel González, cuyo cadáver reposa en el fondo del mar de Alborán sin que se llegara a ser podido rescatado.

En el momento de producirse el hundimiento el pesquero navegaba rumbo a la zona conocida como “Seco del Olivo” donde el patrón tenía previsto calar las nasas para la pesca y captura de marisco a una profundidad de entre los 1.500 a 1.700 metros.

El fuerte viento desatado de poniente y quizás un posible exceso en la carga provocó el hundimiento del pesquero desapareciendo junto al barco el patrón Miguel Ángel González de 38 años natural de Adra. Numerosos obstáculos y el fuerte temporal impidieron que el marinero pudiese ponerse a salvo ya que el pesquero quedó con la quilla hacia arriba y tardó alrededor de dieciséis horas en hundirse. 

Los restantes marineros fueron rescatados sanos y salvos por la dotación del buque mercante “Sea Ace” y un helicóptero Helimer del equipo de operaciones especiales de Salvamento Marítimo. Dos de los pescadores aguantaban agarrados a la quilla del barco y otros tres muy cerca en una pequeña lancha salvavidas. 

El cuerpo sin vida del patrón, pese a que se activaron diversos mecanismos de búsqueda en un radio de unas 30 millas para intentar recuperarlo no fue localizado. El buque oceanográfico 'Vizconde de Eza' intentó localizar al pesquero y al patrón, pero no logró su objetivo. Consideraron que éste podía estar cubierto y semienterrado por una capa de fango. Un mes más tarde, las autoridades decidieron desactivar el dispositivo de búsqueda del pescador ante la imposibilidad de hallar el cadáver.  

Tras conocerse el naufragio, los propios tripulantes fueron rotundos al asegurar que los equipos de rescate pudieron haber hecho más por salvar al patrón, reprochando que las autoridades marítimas no les facilitasen la posición del pesquero a la Cofradía de Pescadores de Adra, cuyo patrón mayor a bordo del “Carmen y Cristina IV” con otros pescadores de la localidad y varios buzos pretendían colaborar en la búsqueda del pescador desaparecido. 

Adra se echó a la calle pidiendo que el cuerpo de Miguel Ángel González fuese rescatado. Unos seis mil vecinos reclamaron a las autoridades que se reanudasen las labores de rescate del patrón. 

La manifestación transcurrió desde la plaza del Ayuntamiento- con la corporación municipal al frente- hasta el espigón de Levante del puerto. Mientras tanto, decenas de barcos pesqueros salieron a la mar a navegar por la dársena, mientras hacían sonar sus sirenas con luces intermitentes para manifestarse desde el mar.  

Ya en el muelle de Levante, amigos y familiares de Miguel Ángel González leyeron dos manifiestos distintos en los que denunciaban la manera de llevar a cabo el rescate y honraban la memoria del pescador desaparecido. El acto culminó con una profunda emoción colectiva cuando un trompetista interpretó la canción “El silencio” como muestra de respeto al pescador desaparecido.

La familia, los pescadores, la gente del pueblo en general no encontraba respuestas a sus preguntas. “Tardaron más de 20 minutos en dar la posición del pesquero a las radios costeras y tres horas en rescatar a los náufragos”, “¿Por qué no mandaron a la patrullera de la Guardia Civil que tiene buzos junto a la lancha de Salvamento que no tiene especialistas de este tipo?”. 

Muchas preguntas en el aire, que ni ante sin ahora han tenido respuesta. La familia mantuvo siempre la esperanza de que el cuerpo sin vida de Miguel Ángel llegase a ser rescatado.  El tiempo va pasando y ahora, después de 18 años el cadáver del pescador sigue reposando en el fondo del mar. Miguel Ángel González era un experto pescador que se inició en el duro oficio siendo prácticamente un niño. La hermana del pescador desaparecido, Mari Carmen González, aseguró posteriormente que la familia interpuso una denuncia penal contra Salvamento Marítimo por su mala gestión tras ocurrir la tragedia y denunció que en el rescate del barco no se utilizaron los medios suficientes para salvar la vida del patrón lamentando la falta de apoyo institucional.