Crónicas del ayer: una adolescente muere por una explosión de gas en el Puerto

La adolescente María del Mar Sánchez, natural de Almería  y que tenía 14 años, falleció el 14 de abril de 1982 en la residencia sanitaria “Virgen de la Arreixaca” de Murcia, víctima de las graves quemaduras sufridas en un noventa por ciento de su cuerpo, como consecuencia de una violenta explosión de gas en la zona del muelle de Levante del puerto ocurrida unos días antes a la que posteriormente se sucedieron otras deflagraciones en cadena de menor intensidad planeando por unos momentos la sombra de una enorme tragedia.

Otras dos menores, Encarnación y Victoria G.  hermanas y vecinas del Zapillo resultaron heridas de diferentes pronósticos, con quemaduras de primer y tercer grado en la cara y extremidades como consecuencia de las llamaradas.

El escape de gas que provocó las explosiones, según determinaron los técnicos, ocurrió como consecuencia de producirse distintas fisuras en una de las cuatro tuberías de conducción de gas las que originaron la deflagración. Se trataban de bolsas de gas producidas por múltiples emanaciones de los productos petrolíferos. 

Según la versión oficial del Gobierno Civil varias horas más tarde del terrible incidente, el suceso se produjo en torno a  las siete y media de  la tarde el 11 de marzo  cuando una de las menores encendió una cerilla con la intención de alumbrar una de las oquedades de las rocas para recoger una pequeña bolsa de mano conteniendo varios libros, que poco antes se les había caído y donde se estaba produciendo precisamente la fuga de gas.

Tras la violenta explosión, que alcanzó de lleno a las jóvenes estudiantes, en medio de una gran confusión, fueron trasladadas de urgencia hasta la Casa de Socorro y a la residencia sanitaria “Virgen del Mar”. 

Allí, dos de ellas fueron intervenidas quirúrgicamente por espacio de varias horas. Dada la extremada gravedad de Maria del Mar Sánchez, los facultativos decidieron su traslado hasta la Unidad de Quemados de Murcia. Las explosiones se produjeron cerca de las tuberías de conducción de gasolina de CAMPSA enterradas bajo el pavimento del recinto portuario comunicadas con la factoría ubicada a menos de un kilómetro y cuyo traslado de ubicación venía siendo reclamado por los vecinos de la capital.

Hasta cuatro horas varias dotaciones de bomberos estuvieron arrojando agua para limpiar las conducciones de gas y eliminar residuos de gasolina gasificada, ya que hasta las diez de la noche se escuchaban pequeñas explosiones esporádicas procedentes de la zona de Las Almadrabillas. 

La noticia días más tarde de la muerte de Maria del Mar Sánchez provocó una profunda consternación siendo miles los almerienses que acompañaron a los familiares durante los actos fúnebres. El debate abierto, en torno al traslado de CAMPSA se acentuó especialmente tras el trágico suceso, aunque tuvieron que pasar más de tres años para que esta vieja aspiración se transformara en realidad.