La serie convertida en un icono de masas que supo conquistar a pequeños y mayores con sus misterios regresa a la plataforma el 15 de agosto.
En 2004, el concepto de “engancharse a una serie” no estaba tan de moda (ni era tan fácil) como ahora. Sin embargo, millones de
espectadores lo hicieron posible cuando empezó a emitirse Perdidos (Lost). La serie creada por los reconocidos J. J. Abrams y Damon Lindelof se convirtió en un fenómeno de masas que conquistó a pequeños y mayores durante seis temporadas. En la emisión de su episodio final, el 121, la expectación máxima llegó hasta nueve países, a pesar de la diferencia horaria. Es más, en España, vimos el capítulo de madrugada y en el canal Cuatro. Ahora cumple 20 años y, para celebrar su aniversario, vuelve a Netflix el 15 de agosto.
La era de la nostalgia
La gran mayoría de los que disfrutamos de Perdidos volveremos a hacerlo porque es una serie impresionante. Sin embargo,
vivimos en la era de las secuelas y las segundas partes, por lo que es un buen momento (y una gran oportunidad) para recordar viejos tiempos. Es una serie que no ha envejecido tan mal como otras. De hecho, muchos expertos aseguran que fue el nexo entre la televisión clásica y lo que vino después. Sí, los capítulos son largos y algunos dejan una sensación de vacío porque no cuentan mucho, pero solo por los giros de guion, la serie merece mucho la pena.
Es un clásico
Las opiniones a la hora de hablar de Perdidos dividen a la población. Hay quien piensa que no es para tanto y la tacha de pretenciosa, frustrante y ridícula; y otros aseguran que es la mejor serie de la historia porque es adictiva, impresionante y mágica. Seas del bando que seas, es un clásico de los de antes, con un reparto de personajes que lo tiene todo: el héroe, el canalla, la chica guapa y el trío amoroso.
El primer fenómeno de masas
Perdidos fue la primera serie en incluir un casting diverso post 11-S y la que consiguió hacer de la ciencia ficción un género dominante y no solo para frikis. Además, muchos expertos coinciden en que fue más un fenómeno de masas que un producto audiovisual. No solo veías el capítulo que tocaba ese día, sino que dedicabas horas en leer y plantear miles de teorías que resolvían sus misterios en los centenares de foros que se crearon. En ese sentido, fue la primera serie que consiguió volver algo viral sin la necesidad de Instagram, Twitter o TikTok. Simplemente, porque eran formatos que no existían.
El final más polémico
Puede que sea porque tuvo un final polémico. El ambiguo final de la serie dejó en duda a millones de espectadores de todo el mundo. Y años después, Josh Holloway confesó durante una entrevista que, al igual que muchas otras personas, no sabía qué sucedió al final. Concretamente, dijo: "A no ser que Carlton Cuse – uno de los creadores de la serie– se siente y me lo explique, sigo sin saber qué pasó".
No obstante, este tipo de finales tampoco están tan mal. Dejan una puerta abierta de cara a una posible secuela. Aunque ahora, lo único que importa es que Netflix celebra su 20 cumpleaños con el objetivo de que puedas vivirla de nuevo o que le des esa oportunidad que tanto se merece.
Curiosidades y momentazos
No había médicos. Los guionistas de la serie querían que el doctor Jack Shepard muriera en el primer capítulo, aunque lo
mantuvieron porque pensaron que, de lo contrario, no sería demasiado creíble que los demás sobrevivieran en una isla sin atención médica.
El primer capítulo fue carísimo. Pero caro, caro. ¿Se te ocurre una cifra? 14 millones de dólares. Ni más ni menos. De hecho,
se ha convertido en uno de los pilotos más caros de la historia.
La melodía de los personajes. Quien sea fan de la serie, lo sabrá: con tan solo escuchar unos acordes ya se podía intuir de quién se estaba hablando. Esto fue posible gracias a Michael Giacchino, compositor de la banda sonora de Lost. Creó piezas específicas para los personajes de John Locke (Terry O’Quinn), para Hugo y para Juliet (Elizabeth Mitchell).
Morir o no morir, esa es la cuestión. A pesar de que hubo personajes que se mantuvieron con vida, muchos otros murieron. Es el caso de Adewale Akinnuoye-Agbaje, quien interpretó a Mr. Eko. No quería continuar en la serie.
dicen que fue casualidad… Otros personajes se vieron obligados a irse por mala conducta. Ana Lucía (Michelle Rodríguez) y Libby (Cinthya Watros) fueron detenidas por conducir en estado de ebriedad, lo que sentenció a sus personajes que mueren al mismo tiempo en el mismo episodio.
La constante. El capítulo cinco de la cuarta temporada, llamado La constante, se posicionó como uno de los mejores episodios de la historia. Es más, según IMDb, la entrega obtuvo un total de 14 millones de votos con una puntuación de 9,7 sobre 10.
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