Entrevista con un ‘resucitado’: pasión por los cero

Para los romanos los idus de marzo eran fecha de buenos augurios, para los aficionados al rock en español, en este mes comienza la Maniobra de Resurrección de los 091. Se cumple un ansiado deseo de muchos fans, y de la crítica que siempre los mimó. Coincidiendo con el 20 aniversario de su retirada, 091 deciden “subir a los cielos” este 2016: el Año Cero. Tuve el placer de compartir barra y plática con la masa gris de aquella mítica formación, que más que un grupo son un “sentimiento”, como una fan una vez me declaró y comparto... Su compositor y guitarrista, José Ignacio Lapido, se avino a responder ‘12 preguntas sin piedad’ (jugando con el título de, para mí, su álbum crucial). En un bar con efluvios bohemios, St. Germain, al placer de conversar entre vinos (un acierto el Liberalia Cero de Toro) se nos unió Juanjo Palenzuela, amigo y fotógrafo almeriense que plasmó el momento para LA VOZ.

Antes de pasar por el Maestro Padilla, y en plaza mayor inician gira: “Para una vez que resucitamos quisimos empezar a lo grande en Madrid, arrancar allí era un incentivo para que esta resurrección fuera especial”, comenta Lapido ante la fiebre desatada con tres fechas en la Joy Eslava donde las entradas volaron. “Nuestro único reparo era 19 años negando una vuelta. Propuestas profesionales satisfactorias, la cifra redonda del veinte aniversario y el deseo expresado en las redes sociales por nuestros seguidores nos hicieron plantearnos reactivar la banda”... Desde el pasado verano el rumor era intenso, los seguidores no dábamos crédito. “Venimos con actitud positiva, disfrutando lo que nos está pasando. La gente nos habla de justicia poética, pero no tiene sentido lamentarse por un éxito que pudo haber sido y no fue, no nos sentimos desgraciados por ello. Todo lo contrario, estuvimos 14 años haciendo lo que nos gustaba”, sentencia Lapido, mientras apura la tapa de callos reconfortantes en un día gélido y soleado granadino. 

La formación que reaparece es la de su última etapa, la más contundente  artísticamente. El triunvirato y gen: José I. Lapido (guitarra), Tacho González (batería) y Jose Antonio García (voz inconfundible y frontman de los pies a la cabeza), a los que se unen Jacinto Ríos (bajo) y Víctor Gª Lapido (guitarra, y hermano del primero). Uno de los puntos fuertes será su presencia en el mapa de festivales, sobre todo indies: “Que nosotros estemos, tal vez sea producto de una renovación de cartel con grupo de prestigio, sobre todo tras la expectativa creada. No es lo más deseable tocar en  festivales, pero ellos mueven infraestructura y dinero. Si nos llaman, para nosotros genial. Lo más deseable para las bandas sería un circuito más mediano con aforos rentables, pero los festivales han venido a llenar el espacio que la contratación pública tenía cuando 091 funcionábamos, aunque [matiza] a nosotros no nos afectó el colapso de la crisis en los 90 como a otros, puesto que también tocábamos en salas”. La conversación deriva a derroteros socio-políticos. Ante la pregunta de si vivimos en España un Baile de la Desesperación Lapido sonríe, y con sorna comenta:  “No me gusta remarcar el sesgo esotérico de mis canciones, pero en vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, tildarlas de proféticas no estaría mal”. “Cuando yo escribía [afirma] a finales de los 80, España estaba borracha del milagro (Expo 92, Olimpiadas...), y del cambio que desde el Franquismo la sociedad había experimentado, pero aquello tenía una cara B, y a mí [confiesa] siempre me ha gustado bucear, sin hacer bandera ni panfleto, en ese lado oscuro de la sociedad, mientras todos se regodeaban,... Ahora los lodos de esta crisis, no son sino producto de aquellos polvos”. 

Son muchos los que consideran a Lapido el poeta eléctrico por excelencia en el panorama musical. Con una trayectoria solista sobresaliente, muchos nos preguntamos cómo tanto él o los proyectos de Jose A. García, no han tenido la pegada de 091. Lapido se sincera: “Los grupos son marcas. La gente a veces busca y se identifica sólo con eso. Se trata de aceptar lo que llega, y no hacer elucubraciones”. Aprovechando la resurrección, la discografía al completo de la banda ha renacido de los archivos: “Tuvimos una azarosa vida discográfica. Nuestros trabajos han estado desaparecidos (7 discos de estudio y un doble directo de despedida). Una vez explota la noticia y cuando empieza esto a rodar,  nuestro catálogo rescatado va a ver por fin la luz con ediciones cuidadas en cd y vinilo”, confirmándonos que incluirán algún viejo tema que no apareció a mitad de los ochenta en estas reediciones. 

El por fin oscarizado Morricone, que puso música al paisaje de Almería, tiene guiño en su show, parece que casi proféticamente la armónica de Hasta que llegó su hora impartiera justicia con los Cero, como prólogo a esas guitarras eléctricas que dispararán después. “Alegría y agradecimiento es lo que esperamos de la gente de Almería que nos vendrá a ver: por vez primera, o rememorando viejos tiempos [afirma]. Nos ha sorprendido a todos que esto vaya tan bien. En Almería, Vélez Rubio, Adra, Mojácar siempre tuvimos seguidores muy fieles”. 

Dos horas de conversación, vino y aprendizaje, dan para mucho papel. La devoción de dos fans frente a la humildad de un grande, de tú a tú... Y fuera de cuestionario se colaron lecturas (El holocausto español, de Paul Preston), Lapido es un amante de la historia. Los Alabama Shakes con los que compartirán 091 escenario en Barcelona. Las fotos de Antonio Arabesco, o la no descartable, “cuando las agendas lo permitan”, futura reunión con Quique González, en una revisión de su “suelta de perros”. Hay veces que uno quisiera parar el tiempo. Éste impartirá una justicia merecida a cinco músicos de Granada. No se los pierdan. El que avisa no es traidor, ni Brutus con puñal en los idus de marzo.