Los talentos de Inka Díaz y Julio Ruiz encienden Almería

Los bailaores almerienses presentan su espectáculo ‘Alachar’, lleno de emotividad 

Tanto el cuadro flamenco como los bailaores son artistas de la tierra.
Tanto el cuadro flamenco como los bailaores son artistas de la tierra.
La Voz
22:10 • 26 sept. 2016

Inka Díaz y Julio Ruiz son dos de los nombres más representativos y conocidos de la gran generación de bailaores que tiene la provincia en los últimos años. Pese a su juventud, su experiencia en compañías de baile y montajes prestigiosos ya es dilatada. Se conocieron con apenas ocho y diez años y sus caminos se han cruzado desde entonces en múltiples ocasiones, hasta confluir de manera directa en ‘Alachar’ (encuentro en el dialecto romaní), el espectáculo que estrenaron el sábado en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, organizado por el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, que siempre ha apostado por apoyar el talento de artistas locales, como demuestra temporada tras temporada.




Acompañados por un cuadro flamenco también íntegramente almeriense, con David Caro y José Bellido a las guitarras, Cristo Heredia, Antonio García ‘El Genial’ y Edu García al cante, y Paquito Torres a la percusión, ‘Alachar’ fue una ida y venida de sensaciones a flor de piel, tanto en los momentos en los que Inka y Julio coincidían sobre el escenario, como en las coreografías solistas.




Arrancaron la noche con la plasticidad melodiosa de las alegrías de Cádiz, con especial brillo del manejo de ambos en el mantón como colofón final. Después de prender la mecha, los cantaores tuvieron su momento de lucimiento con una tanda de fandangos aperturistas. Tras ellos, volvería a escena Julio Ruiz, solemne y sobrio para interpretar una tanda de soleás que fueron animándose hasta concluir en bulerías de Lebrija, animosas y bulliciosas.




La segunda parte del espectáculo comenzó, de nuevo, con los dos bailaores almerienses sobre las tablas para interpretar unas sevillanas flamencas de teatralidad acentuada. El momento solista de Inka Díaz llegó con unas seguiriyas en las que brilló con técnica y velocidad. El cierre final concluiría con unos tangos que terminaron de poner en pie a un público entregado, testigo de un estreno muy trabajado.








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