El rugir de los viejos motores. La 27º Ruta de Automóviles Antiguos llega a Carboneras

Con el sol como compañero de viaje, los más de treinta participantes en la 27º Ruta de Automóviles Antiguos de Almería se desplazaron  ayer hasta Carboneras para disfrutar de las bellas vistas de su costa, su gastronomía marinera y, por supuesto, el placer de poder conducir un coche construido antes del año 1940, la gran pasión de los participantes.

Un paseo por el Levante almeriense, que sólo tuvo un pequeño contratiempo, la rotura del tubo de escape de un Citroen del año 1935 que, demostrando la robustez de los primeros vehículos de la automoción, se le ha desmontado y ha conseguido llegar a su destino sin esta pieza. 

Llegada a Carboneras
En Carboneras les recibieron con los brazos abiertos tanto en la exposición en la barriada Llanos de Don Antonio como en pleno centro, junto al Castillo de San Andrés y frente al Ayuntamiento. En la Casa Consistorial, el presidente del Club de Vehículos Antiguos, José Juan Soria, firmó en el libro de honor y señaló  que “hacía más de 20 años que no veníamos a Carboneras y el recibimiento ha sido magnífico”.

El alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, valoró que “para nuestro municipio es un placer formar parte de este magnífico evento, donde la belleza de nuestros paisajes, calles y playas, unido a la belleza de estos vehículos de colección, no dejarán indiferente a ninguna de las personas que se acerquen para disfrutar de este singular evento”.

En efecto numerosas personas, vecinos y turistas, niños y mayores, han contemplado y disfrutado con el museo efímero sobre ruedas. 

Llegan los jóvenes
En la ruta ya hay una nueva saga de aficionados, hijos y nietos de los participantes, así como amigos del club, todos ellos jóvenes, a los que también les apasionan los coches antiguos y deberán coger el testigo de esta ruta en un futuro.

Una de ellas es Miriam Góngora, hija del vicepresidente del club, quien asevera que “los coches de hoy en día te llevan, el vehículo antiguo lo conduces tú. Esa es la gran diferencia, disfrutas al máximo de la conducción”. Y añade que “tiene un componente de incertidumbre que lo hace aún más atractivo”, y lo dijo con una sonrisa, a pesar de haber sufrido la rotura del tubo de escape del Citroen 11 Ligero con el que participan en la ruta.