Aquellas Navidades en color sepia

Viajamos a la emotiva y divertida infancia de conocidos almerienses naturales y adoptivos

El alcalde, Fernández-Pacheco, en una imagen de niño junto a Sus Majetades de Oriente . R.F.P.
El alcalde, Fernández-Pacheco, en una imagen de niño junto a Sus Majetades de Oriente . R.F.P.
Alberto Gutiérrez
13:14 • 04 ene. 2017

Manuel Machado decía aquello de que la patria era su infancia en un patio de Sevilla. La Navidad, lugar y centro de ilusiones de un niño, ocupa parte de ese patio, al que acudimos de vez en cuando armados de nostalgia. Rescatamos aquellas Navidades de algunos almerienses naturales o adop tivos, que viajan a aquella cabalgata de Reyes Magos, como el alcalde de Almería, a la Nochebuena junto a la chimenea en Lucainena de las Torres, que relata Mar Segura, y a esos días en que la magia formaba parte del atrezzo de las fiestas. Algunos, como el humorista Pepe Céspedes, nos cuentan cómo fue su relación con Melchor, Gaspar y Baltasar, “hasta una edad avanzada”, y otros como el escritor Gonzalo Hernández Guarch nos llevan a los años cincuenta, cuando su padre dio una noticia a la familia que cambiaría sus vidas para siempre. Para otros, como Antonio Jesús García, “Ché”, la Navidad no guarda un sabor tan entrañable por la lotería o los villancicos. Hay de todo. Un toque de bendita nostalgia.

1. Ramón Fernández-Pacheco El alcalde de Almería recuerda “las cabalgatas en casa de mi abuela. Las veíamos en la Puerta Purchena. Me acuerdo de los nervios que teníamos y de la impresión de ver tanta gente y tantos niños gritando y el espectáculo de las luces y las carrozas. Entonces no podía imaginar que un día yo sería el responsable, como Alcalde, de organizar esa cabalgata y de hacer todo lo posible para que los niños que ahora tienen la edad que yo tenía entonces, disfruten de esos momentos irrepetibles de ilusión, que espero sigan conservando el día de mañana en su memoria”.

2. Eva Almaya La actriz afirma que “un momento entrañable era cuando poníamos el árbol y cómo nos peleábamos por pillar las figuritas de chocolate y nos las comíamos a escondidas. ¡Mi madre siempre tenía que reponerlas! La cabalgata era sagrada. La veíamos desde el balcón de casa. Nos juntábamos en la terraza un montón de gente. Las carrozas pasaban tan cerca que se llenaba el suelo de la terraza de caramelos que lanzaban los Reyes. La gente nos miraba desde la calle, porque liá- bamos un follón tan divertido que todo el mundo quería venir a casa. Esa tradición la seguimos repitiendo ahora con mis sobrinas. Y este año, por primera vez, con mi hija también”.

3.Fernando Soriano El entrenador del Almería vuelve la vista atrás, a su Zaragoza natal. “Íbamos a la misa del Gallo, pues mi familia es religiosa, vivíamos los Reyes y más tarde Papá Noel, aunque menos. Nos juntábamos millones de primos, los hermanos, los abuelos... Eran unas fiestas entrañables. Nochebuena la celebrábamos en nuestra casa de Zaragoza y en Nochevieja viajábamos a Alfamén, un pueblo aragonés, en el que viví parte de mi infancia, en diciembre y en verano. Los Reyes Magos me solían regalar un balón de fútbol, pues ya andaba todo el día jugando en la calle al fútbol. La Navidad me trae muy buenos recuerdos, sin duda”.

4. Pepe Céspedes “He tenido ilusión con losReyes hasta una edad avanzada, pero muy avanzada...”, cuenta entre risas el humorista. “Mi madre me dijo que si dejaba de tener ilusión le haría una faena porque ella tendría que comprar los regalos y, por otro lado, mi abuela, que era una castellana muy seria, me dijo que un día se despertó y vio a los Reyes. Así que pensé: no van a hacer todo este tinglado de los Reyes Magos solamente para engañarme a mí”.

5. G.H. Guarch El escritor rememora su infancia en Palamós “donde mi padre ejercía de práctico del puerto. En Nochebuena mi abuelo le entregó una carta certificada a mi padre. Un regalo del destino. Dijo que fi- nalmente no íbamos a Port Said, en Egipto, donde había obtenido plaza, ya que le comunicaba el ministerio de Marina que podía optar a la plaza de práctico del puerto de Almería. Recuerdo que todos aplaudimos aliviados. Fue la última Navidad allí. Unos meses después viajamos hacia el sur, a Almería, donde iniciaríamos una nueva y luminosa vida”.

6. Nerea Camacho La joven actriz de Balanegra destaca que en su casa “la Navidad siempre ha sido muy especial, tanto en Nochebuena, con toda la familia, como el resto de los días. Mis padres preparaban platos asturianos, pues ellos son de Asturias. También celebrábamos los Reyes, más que Papá Noel, y hoy lo seguimos viviendo con la misma ilusión. Yo siempre duermo esa noche con mi hermana y nos levantamos temprano. Es el único día del año que me gusta madrugar”, dice, risueña.

7. Mar Segura La televisiva Mar Segura se acuerda “del Cortijo Los Ba- ños, en Lucainena de Las Torres. Mi abuela Esperanza reunía a todos sus nietos en Nochebuena en torno a la chimenea y mientras los mayores preparaban la cena y la mesa, ella nos preparaba sobre las ascuas unos chorizos y tocino de la matanza del oto- ño que yo recuerdo como el mejor bocado de la cena. Tampoco faltaba el paseo a los cortijos vecinos a pedir el aguinaldo”.

8. Antonio Torres El periodista y director de Canal Sur Almería viaja con los recuerdos a su pueblo, Los Gallardos, en el levante almeriense. “Mi padre tenía la cartería y una tienda en la que se vendía de todo excepto material agrícola. La gente compraba los juguetes de Navidad allí. Y yo, que disfrutaba aquellos años jugando al fútbol por las tardes y por las noches y montando en bicicleta, llevaba las cartas de las personas que habían emigrado a Alemania o a Francia a sus familiares en el pueblo: la verdad es que era muy emocionante”.

9. Ángel Capel El cantante de Albox destaca que “el Belén del pueblo era el acontecimiento del año. En casa lo poníamos toda la familia. Por otra parte, mi padre siempre se viste de Papá Noel en Nochevieja, que es cuando nos juntamos todos. Le da los regalos a los sobrinos. Cantamos, bailamos y le damos a la botella de anís. Yo fui uno de esos niños que cazó a sus padres poniendo los regalos… pero al año siguiente se pasó todo y volví a sentir la magia. La Navidad para mí es sinónimo de reencuentro. Este año la Nochebuena la paso en Madrid, pero en Nochevieja voy a Almería. Cuando era pequeño esperaba impaciente el día de la cabalgata: la noche más mágica de la Navidad. Me iba a la cama pronto, nervioso, por si me iban a traer lo que había pedido. Siempre llegaba de la cabalgata con un kilo de caramelos. En la noche de Reyes, mi abuelo me llevaba (porque mis padres trabajaban en la pizzería) en la moto a coger caramelos y él me hacía de escudo humano”.




10. Antonio J. “Ché” El fotógrafo señala que “de entrada nunca he sido muy entusiasta de la Navidad. Quizás tenga que ver con la lotería. Primer día de vacaciones, sin tener que madrugar y tu padre poniendo la retransmisión de la lotería . Otro punto de inflexión es el día en el que al poner un pie en la calle comienzan a sonar los terribles villancicos. Si existe algo más atroz, musicalmente hablando, que una pandilla de descerebrados ataviados con leotardos y bandurrias interpretando Clavelitos es, sin duda, el horrible chifle de unos tiernos infantes perpetrando La Marimorena o Los Peces en el Río”.

11. Isabel Jiménez La presentadora de Informativos Tele 5 afirma tener recuerdos “encasa de mis abuelos, cantando villancicos. Mi hermana siempre nos ha sorprendido con un disfraz, como una vez que se visitió de ET navideño. Era muy gracioso. Y yo tengo la costumbre desde los quince años de hacer pan casero en Nochebuena. Algo que me encanta es ir al Mercado a comprar las cosas para la cena de Nochebuena. ¿Los Reyes? En mi casa se vive ese día con una ilusión especial”.

12. Juan Manuel Sánchez El cocinero ganador de la primera edición del programa de TVE, Masterchef, nos cuenta que guarda “muchos recuerdos con la familia, pero sobre todo disfrutaba mucho de la noche de Papá Noel y de Reyes. No podía dormir esperando a que me dejara mis regalos. Durante las fiestas nos juntamos toda la familia y luego preparamos comidas como zarzuela de marisco, alfajor,etc. Cuando eres un niño, practicamente lo quieres todo y, claro, a mí me impactaba cuando iba con mi padres a dar una vuelta y veía a la gente comprando muchos regalos. Mi pasión era siempre estar en la tienda de juguetes. Pasaba las Navidades, como cualquier niño, yendo al parque, jugando con los juguetes, vistando el Belén”.










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