El Ejido no falló a la que ha sido una de sus grandes figuras del trovo, Manuel Manrique, al respaldar de forma contundente el acto emotivo y sincero que el domingo le rindieron sus compañeros de Peña y la Asociación ‘Trovo El Candiota’ junto al Ayuntamiento en el Teatro Municipal. Una tarde noche cargada de emociones y recuerdos donde la palabra y esa poesía improvisada recuperó el verdadero protagonismo acompañada de la música de bandurrias, violines y guitarras.
Sin duda, un acto de lo más conmovedor en el que estuvieron presentes los hijos y esposa del trovador, varios de sus compañeros de la Peña Trovera Añoranza y los mejores troveros de este campo del Poniente y de La Alpujarra almeriense. Todos ellos, ofrecieron quintillas y poemas improvisados sobre la figura de Manrique, destacando en ellas su arte a la hora de trovar y, sobre todo, sus cualidades y valores como persona. Asimismo, y a través de la reproducción de antiguos videos y la lectura de algunos de sus trovos más recopilados en el libro ‘Cosas de la vida’ que éste publicó.
La concejala de Cultura, Julia Ibáñez, también acudió a esta cita para ensalzar “ese importantísimo papel que Manrique ha jugado en la vida cultural de nuestro municipio, al ayudar a conservar, difundir y transmitir los valores de esa tradición cultural alpujarreña, la cual hoy se conserva intacta en el municipio gracias al legado que dejaron maestros como este trovero que, a pesar de haber nacido en tierras granadinas, se afincó en El Ejido formando aquí gran parte de su vida”.
Ibáñez quiso, de igual modo, agradecer a éste “el esfuerzo realizado durante toda su vida para divulgar esta tradición, así como esa constancia, enriquecimiento y aportaciones que le avaló para lograr situar a esta tradicional cultural propia de la comarca del Poniente y los municipios de La Alpujarra granadina y almeriense en el mapa nacional, así como su consolidación a nivel internacional dónde hoy goza de un gran prestigio”.
De ahí que no dudara en afirmar al principio del acto que para ella era “un honor formar parte de este acto de despedida tan emotivo a un gran trovero, pero sobre todo a una gran persona”.
Asimismo, Ibáñez destacó los orígenes de la afición al trovo de Manrique al asegurar que “le venía de cuna, ya que fue su padre Francisco Manrique Rivas, uno de los impulsores de la Escuela de Trovo de Huarea en los 40, quien lo introdujo en este arte que heredaría y aprendería desde pequeño al asistir a todas las fiestas cortijeras con trovo o el cante con los típicos bailes de mudanzas y robado. En ellas conocería a los grandes trovadores del momento, adquiriendo esa esencia que lo convertiría en uno de nuestros grandes trovadores”.
‘Añoranza’
Ése fue el germen de la sabiduría heredada por Manrique, quien tras trasladarse a vivir a tierras ejidenses conocería a trovadores de esta comarca como José Barranco y Paco Peret para conformar un grupo que empezó a reunirse de forma asidua hasta crear en 1994 la Peña Trovera Añoranza, que tuvo su sede en Santa María del Águila.
De igual modo, la edil destacó “la calidad de los poemas de Manrique y la riqueza que siempre tuvo en este arte de diálogo improvisado tan propio de nuestra provincia y las Alpujarras”. Por último, animó a los ejidenses a “seguir disfrutando de la tradición del trovo tan arraigada en nuestro municipio, a fin de que continúe promoviéndose con este tipo de encuentros, los cuales son enriquecedores para afianzar las tradiciones de nuestra propia cultura”.
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