Allá donde se cruzan los caminos

Que me perdone Joaquín ahora que resucita, aunque "lo niegue todo" en su nuevo cedé, por zarandear una mítica letra suya: "aquí donde se cruzan los caminos, en Almería el mar sí se puede concebir". Nuestra ciudad marca a quien la transita. No hay puerto que no tenga fascinantes historias que sacar a flote del olvido, la tormenta, el hundimiento, ni versos que no la arropen. Almería es cruce de caminos, de personas, de tierra a mar y viceversa. Tiene todo porque tuvo nada, y aún ahora quien no nada se ahoga hasta el fondo,... En esta esquina de las Españas, algunos aspirantes a Sabina, o a traicionarlo bajo síndrome de alineación parental, nos liamos la manta a la cabeza y nos juntamos a echar un guitarreo, unos cantecitos como decía el gran Kiko, con el único objetivo de conocernos y reconocernos. Cantautores, de momento, y sin cuotas de por medio que ansían que este encuentro sea punto de partida y de amarre para que almerienses sin distinción de género, (solo personas que componen y cantan sus escritos), compartan lo que nos une de partida: el noble arte de la canción. Fascinante el verbo compartir, ¿verdad?

De momento el camarote de los cantautores Marx convoca al respetable en la Cervecería Internacional el Zaguán. Templo antiguo desde hace décadas de la canción autor, poesía, crápulas y Dráculas. Oasis en el que Alfredo, siempre afable, nos abre su puerta y escenario al más "pintao", y al menos, incluso al despistado que desde hace años ni se halla ni se encuentra, pero recala allí. Sobre esas tablas, el sábado en la noche al más puro estilo Moris, nos veremos las caras los siguientes sujetos, a la espera de cualquier bienvenida sorpresa de última hora: César Maldonado, Luismi Morales, JJ Fuentes, Miguel Montoya y Antonio Álvarez, el que les escribe; y cantaremos lo que nos salga, y daremos el cante frente a quien ose acudir, mojando nuestro gaznate en cerveza, porque lo que está claro es que a lacerarnos no vamos. La iniciativa surgió de JJ Fuentes con ganas de animar el cotarro y ponerle rockandroll al "cansautor style"; le dio al tarro, y propuso la noble empresa. Potro de rabia y miel, Fuentes, en un primer contacto aspiraba a un gran evento, al estrellato provinciano, pero sin una base ni un balate lo más seguro es que nos hubiéramos estrellado ladera abajo en un recinto desmesurado y vacio de contenido. Sólo, y no es poco, es una sencilla toma de contacto entre unos "notas" dispersos en el pentagrama musical almeriense. El tiempo, "curioso elemento" (desde aquí mi abrazo a Pau Donés) dirá donde llega este linda quedada disparate. ¡Faltan cantautoras!, nos reclaman en un evento publicado en la red. ¡Veníos a cantar!, respondemos. Tan fácil como eso. La suma de pequeñas acciones propiciará la posibilidad de mayores gestas. Y para abrir boca qué mejor sitio que el posible, el que dio nombre al disco de César: El Zaguán. ¡Nos vemos el 18!