Fumangie, la autenticidad de ser uno mismo

La banda almeriense presentó el viernes su flamante disco `Nunca volveremos a ser los mismos` en el Teatro Apolo de nuestra capital

La banda Fumangie durante el concierto del pasado viernes en el Teatro Apolo.
La banda Fumangie durante el concierto del pasado viernes en el Teatro Apolo.
Ramón García
01:00 • 15 jun. 2017

Conocí a Juan Diego Fumangie en un ensayo hace algunos años, cuando yo intentaba aportar algo con mis teclados a la extinta banda Cables Cruzados en la presentación de su único disco, Nubes y fábulas. “Tenía muchas ganas de conocerte”, me soltó mientras me daba un apretón de manos, con su mirada franca y su sonrisa abierta. Se puso al micrófono para cantar uno de los temas más inspirados de Cables, aquel ‘Dentro del espejo’ al que prestó toda su personalidad musical. Como al final de Casablanca, fue el principio de una buena amistad.




Desde aquellos Monogay que lideró hace un tiempo, Juan Diego ha seguido progresando, superando las dificultades inherentes a defender sus canciones, crear un proyecto con su sello, conformar una buena banda y, lo que es más difícil, mantener la ilusión todo el tiempo.




Si algo caracteriza a la música de Fumangie es su intensidad y su sinceridad, y en ella se pueden apreciar destellos de todos sus héroes, desde Beatles a Bowie, sin olvidar a The Posies, claros referentes en su universo. 




Tras dos EP’s previos de una calidad tal que dejaban con ganas de más, al fin llegó el esperado trabajo de larga duración, el excelente Nunca volveremos a ser los mismos. Momento importante, por tanto, en la carrera de la banda la presentación de su nueva criatura en el mismo escenario donde comenzó todo al ganar el RockInLei de 2012, que les permitió grabar su primer EP, La paz de los idiotas




El concierto comenzó con todo un himno del nuevo trabajo, ‘Civilización’, un toque de atención nítido y esquemático sobre la idiosincrasia almeriense. Pero antes de seguir zambulléndose en lo nuevo echaron mano de los trabajos previos, con el sentido ‘J.M.’ y las bien conocidas por la parroquia ‘La paz de los idiotas’ y ‘Manual de Buena Fe’, de sus dos homónimos EP’s




La banda sonó compacta y contundente y es que Fumangie, además del talento de Juan Diego, cuenta con otros cuatro músicos de indudable valía. Su batería, Carlos Barba, bien conocido en el ambiente musical almeriense, aportaba la consistencia necesaria al engranaje sonoro de los intensos temas, sabiendo contenerse o explotar según la dinámica lo requería. El joven Álex Martínez le daba la réplica con elegancia al bajo eléctrico, Juan Luis Pérez fue el responsable toque más roquero con sus guitarras y el joven teclista Antonio Vicente, el más activo en el escenario, suministró la elegancia y modernidad justa y necesaria en cada tema. Músicos todos sobrados de talento, dejando claro que estaban al servicio de las canciones y no de su lucimiento personal. 




El nuevo disco retornó con ’El chaflán’, una oda pop a su adolescencia , la contundente ‘Amav’, el fresco y optimista ‘Saludable’, la historia personal de ‘Noche de maletas’, y tras ella la potente ‘Insisto, persisto’, tornándose en ambas los teclados de Vicente en protagonistas.




Tras quizás uno de los temas más roqueros, ‘Tarde aciaga’, llegó ‘Pájaro cantor’, con dedicatoria a Lumaga, cantautor denunciado recientemente por tocar en una céntrica calle de nuestra capital. Finalizaron con las dos últimas del disco: ‘Todo lo que conocemos’ y la dulce ‘Saco de piedras’.


Tres bises cerraron un concierto que se me hizo corto, la versión mucho más relajada y acústica de su ya clásico ‘Del Cinco al Demodé’, la frenética ‘Canción rstúpida’  y el fin de fiesta con ‘La segunda puede ser mejor’.


El pasado viernes hubo música con verdad donde debe sonar: en los teatros, en los escenarios de cada ciudad, en las calles. La música que hace sentir no la vamos a descubrir en simplones concursos televisivos, esos burdos karaokes plastificados sin alma. Ahora que los malvados nos amedrentan y que parece un acto de heroicidad acudir a un concierto, todos debemos portar nuestro particular patinete y no dejarnos vencer por la intransigencia. Demostremos que nuestra música, nuestra cultura y nuestra libertad es lo que nos pueden salvar de la barbarie y el extremismo. Hay que ir a ver a todos los Fumangies del mundo. Plantemos cara o nunca volveremos a ser los mismos.


Ramón García es pianista, compositor y arreglista de Almería. Más en ramongarciamusic.blogspot.com.



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