Almería ya recuerda a Paco Urrutia con un busto en bronce

“La música, arcano de sensaciones, espera ser conquistada, para entregar generosa la magia de su belleza”. Esta frase del poeta y cantautor almeriense Paco Urrutia (1943-2015) ya luce bajo su busto, que el pasado viernes se descubrió en la calle Hermanos Machado de la capital, al lado del que fue su domicilio. La imagen ha sido realizada por el pintor y escultor Manuel Domínguez a partir de un encargo de la familia, que ha contado con aportaciones de amigos y con la recaudación obtenida en el festival organizado por Amigos Taurinos de Almería en su memoria el pasado febrero en el Teatro Apolo.

Domínguez ha trabajado durante cerca de tres meses en la realización del busto, el primero que ha inaugurado en Almería capital. “Conocía a Paco ya que hace algunos años le hice un retrato al óleo. Además, era una persona con muchas inquietudes culturales, aficionado a todas las artes, y era habitual verle en todas las exposiciones de la ciudad”, cuenta.

Una de las claves para inmortalizar a Paco Urrutia era elegir un momento de su vida. En la escultura, realizada con la técnica de bronce a la cera perdida, el cantante y poeta aparece con el aspecto que tenía cuando contaba con unos 45 años de edad. “Su mujer y sus hijos me dieron muchas fotos suyas, de distintas edades, y yo también me preocupé de investigar. Existe un laborioso proceso de recopilación de datos, de imágenes de distintas épocas, tomadas desde distintos ángulos. Es necesario para conseguir que el resultado final sea reconocible desde todos los puntos de vista, ya que nunca tenemos el mismo gesto cuando nos hacen una fotografía”.

Domínguez se ha empleado a fondo para este trabajo, de unos 70 centímetros de alto, al que ha dado vida en su taller, en el Paseo Marítimo de la capital. “No estás todo el rato trabajando la escultura, son muchas horas de observación, de mirar para encontrar las claves”.

Tras modelar primero el busto en plastilina, el artista hizo un molde para trabajarlo con la técnica escultórica del bronce a la cera perdida, un largo y complicado proceso que requiere de una adecuada combinación de oficios distintos para que se consiga el resultado óptimo.

“Manuel Domínguez es un gran artista. Lo mires por donde lo mires, de perfil, de frente, el busto tiene las facciones de mi padre, su gesto. Parece que me dice buenos días cada mañana”, dice Javier Urrutia Fenoy, hijo del añorado cantante y poeta almeriense, quien ha agradecido a través de Facebook a todos los que han hecho posible que se haya materializado este recuerdo a su padre.