La ermita de San Isidro acogió la boda de José Luis Martín y Fátima López

La bellísima Ermita nijareña de la Virgen de Fátima, ubicada en San Isidro, acogió el enlace matrimonial de José Luis Martín Jiménez y Fátima López Villegas. Actuaron como padrinos el empresario y padre de la novia, Manuel López; y la madre del novio, María José Jiménez. La ceremonia religiosa, que ofició el párroco de San Isidro, Rubén Checa, contó con los cánticos del Coro de Cámara San José, de la Comarca de Níjar y el bellísimo y espectacular arreglo floral ha corrido a cargo de la Floristería Iris, de La Cañada.

Los novios junto a los numerosos invitados se trasladaron hasta el Hotel-Restaurante Villa Maltés, en el Pozo de los Frailéis, donde tuvo lugar el convite nupcial.  

La novia lució el elegante vestido de Rosa Clará en color champan, con tejido brocado y de cuello barco. La tiara, de recuerdo familiar, destacó sobre el largo velo de tul bordado, proporcionando todo el conjunto elegancia y destacando su belleza.  

“La tiara es familiar. Mis dos hermanas se casaron con ella, señaló la novia, Fátima López Villegas.

De igual modo, los novios recordaron que esta ermita les trae especial recuerdo, sobre todo a Fática, que es de San Isidro y ermita que ha sido el lugar de todas las ceremonias familiares de su familia. “El casarme aquí ha supuesto para mi una gran emoción. Es la ermita de la Virgen de Fátima, por eso yo me llamó igual. Aquí me bautizaron y se han casado todos mis hermanos”, rememoró Fátima López.

Por su parte, José Luis, es de Almería y de igual modo este importante día no lo va a olvidar nunca. “Ha sido un placer casarte en esta bellísima ermita, que tantos recuerdos tiene para Fátima y su familia”, dijo José Luis. 

El prestigioso empresario comarcal, Manuel López, padre de la novia y padrino, ha sido toda la vida el presidente de la Unión Deportiva San Isidro, recordando a su vez que “Este barrio de Los Montes, es donde yo he nacido y donde vivimos junto a mi familia. Esta ermita es especial para nosotros porque la hicimos entre todos los vecinos de Los Montes, donde también participaron mis padres y mis tíos. Yo tendría ocho o diez años y ayudaba cogiendo cubos de mezcla, ladrillos... Fue la primera que se hizo aquí, en el Campo de Níjar, hace alrededor de 60 años”, rememoró Manuel López.