Entregarse a la competición como si no hubiera un mañana. Es la consigna que tienen los intérpretes de ‘Danzad malditos’, una versión libre de la célebre película de Sydney Pollack que supone una experiencia única para el público y también para su elenco, puesto que cada función es diferente.
En este homenaje a los maratones de baile de los años 20 y 30, los actores compiten entre ellos por llegar al final de la pieza y ser la pareja ganadora, manteniendo la partitura que cada día les toque representar. “Todos nos sabemos toda la obra porque nunca sabemos qué texto nos va a tocar decir”, apuntaba a LA VOZ el pasado abril el intérprete almeriense Rubén Frías, que forma parte de la compañía Malditos.
Después de dos años y medio de gira por España, el montaje recala hoy viernes 3 de noviembre a las 21 horas al fin en Almería, en el Auditorio Maestro Padilla, gracias al Programa Estatal de Artes Escénicas Platea, del Ministerio. “Por fin la traemos y casi, casi cerrando gira porque solo nos queda otro bolo en Segovia a final de mes. Mi gente está más nerviosa que yo y mira que yo lo estoy, y a muchos apenas los voy a poder ver porque voy con el tiempo justo”, explicaba ayer Frías.
Si en ‘Danzad malditos’ cada representación es irrepetible, desde su estreno en otoño de 2015 en el Festival Frinje en la Sala Naves del Español de Matadero, en Madrid, la propuesta ha evolucionado y han evolucionado sus actores. “Hay cosas que se han ido ajustando, pero la esencia es la misma: el dispositivo de la competición se ha mantenido desde que la montamos por primera vez. Hemos cambiado más nosotros que hemos aprendido muchísimo”, indica el joven.
El XIX Premio Max de las Artes Escénicas al mejor espectáculo revelación supuso “un subidón tremendo a nivel personal y profesional”, porque la compañía había trabajado mucho y sabía del cariño del gremio y del público, pero les faltaba un reconocimiento “más oficial”. Y ese reconocimiento llegó en forma de manzana con antifaz. Una manzana que ha alargado la gira un año. “Todo subió como la espuma”, señala.
Por si fuera poco, el almeriense Rubén Frías se alzó con el Premio de la Unión de Actores al mejor actor de reparto por su trabajo en ‘Danzad malditos’. “A nivel personal hubo un subidón parecido, es verdad que recayó un poco más en mí al ser a una persona en concreto. Pero en el plano profesional, no se ha traducido en más trabajo. Igualmente, estoy muy orgulloso de haberlo ganado porque votan los mismos compañeros”, valora.
El intérprete ve claro por qué el público almeriense tiene que ir hoy al Auditorio: “Tienen que aprovechar la oportunidad porque a Almería llegan cosas buenas, pero repartidas entre El Ejido, Roquetas y el Maestro Padilla, así que no es tan fácil que ocurra. Y luego porque el montaje no es nada convencional, no es lo que se suele ver ni siquiera en Madrid. Por eso es una ocasión única de conocer nuevas líneas, y de saber hacia dónde evoluciona el sector, de ver nuevas tendencias”.
Las entradas para esta obra están a la venta al precio de 15 y 12 euros tanto en la taquilla municipal situada en el Teatro Apolo, como en la página web www.almeriacultura.com, y también en la propia taquilla del Auditorio desde dos horas antes del comienzo.
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