‘Hijo’, de Raúl Quinto, finalista de ‘El Ojo Crítico’

‘Hijo’, el último libro de Raúl Quinto, ha resultado finalista del Premio ‘El Ojo Crítico’ de Narrativa 2017 concedido por el programa cultural de Radio Nacional de España (RNE) desde hace 28 años. Publicada por la editorial cordobesa La Bella Varsovia en marzo de este año, la obra de prosa poética se ha quedado entre los ocho preseleccionados de los que salió la ganadora, según desvelaba la web especializada ‘Todo Literatura’ el pasado 8 de diciembre.

En narrativa, finalmente ha sido la periodista y escritora madrileña Aroa Moreno la ganadora de este reconocimiento que distingue a jóvenes talentos y que se ha convertido en uno de los mejores apoyos para la difusión y la promoción de artistas que comienzan sus carreras.

“Hijo’ no deja de sorprenderme, y no puedo más que estar contento y agradecido. No lo he ganado ni ser finalista de ‘El Ojo Crítico’ es un galardón, pero qué bien igualmente. Dan ganas de seguir arriesgando así”, publicaba Quinto ayer en Facebook. 

El libro
El primer título de la colección de prosa de La Bella Varsovia recoge 31 reflexiones o anotaciones sobre la paternidad y la vida (“anotaciones a la perplejidad”, dice su autor). La obra explora un vínculo pocas veces abordado en la literatura: el que une al padre y al recién nacido. Circunstancia que Quinto achaca a “las inercias sociológicas y políticas que arrastra la sociedad, según las cuales la crianza de los niños e incluso la muestra de afectos es una cuestión femenina”.

Además, tiene algo de libro generacional, del treintañero que tras varios fracasos encuentra el amor y da el paso de ser padre con todos los miedos y las alegrías que eso implica. “El proyecto nació como una urgencia, pero ahí se filtra mi historia personal y no soy un extraterrestre. Conozco a mucha gente en casos parecidos que quizá se pueda sentir identificada”, señalaba a LA VOZ el escritor y profesor el pasado marzo.

Si bien el autor de ‘Ruido blanco’ siempre ha huido del apunte biográfico, su octavo título supone que irremediablemente se exponga, se desnude. “He tenido malas experiencias en ese sentido y decidí que la literatura por un lado y la vida por otro. En este caso me la he jugado un poco”, concluía.