El proyecto del yacimiento del Espíritu Santo de Vera, cultura como revulsivo social

El proyecto de consolidación de los restos del yacimiento arqueológico del Espíritu Santo de Vera constituye un buen ejemplo de cómo una intervención en el patrimonio puede contribuir a cambiar una realidad social. Así sucedió en El Realejo de Granada por influencia de La Alhambra. Y así se espera que termine por suceder en La Chanca de Almería por influencia de la Alcazaba.

En concreto, el ayuntamiento veratense busca recuperar el entorno de la calle Almería a través de un proyecto elaborado por un equipo multidisciplinar liderado por el estudio UMC Construcción que, en la actualidad, está en fase de supervisión en la Delegación de Cultura de la Junta. Se trata de consolidar los restos murarios emergentes de la antigua ciudad medieval de Bayra, origen de Vera, que fueron arrasados por un terremoto en noviembre de 1518. De hecho, la idea es que la primera fase de las obras concluya coincidiendo con el quinto centenario del suceso, en otoño de 2018.

Especializados en el tratamiento arquitectónico del patrimonio y fieles a la filosofía de la mínima intervención y el respeto a las ruinas, el proyecto ha sido ampliamente documentado y ha contado con el asesoramiento de la arqueológa Carmen Mellado y el restaurador Alejandro Pajares, de contrastada solvencia. 

A eso hay que sumar el hecho de que se ha usado tecnología 3D en la fase de toma de datos y desarrollo del proyecto, lo que se ha permitido que se levante en tres dimensiones, a una escala milimétrica, sin haber puesto un pie allí, cómo quedará el yacimiento una vez concluya la intervención. Y no sólo eso, “gracias a estas estaciones aéreas, encapsulas un momento histórico de ese bien, lo que tiene una importancia archivística muy grande, pues cada actuación podría llegar a ser reversible”, señala Gerardo Úbeda, de UMC.

“No tocas el bien, pero haces una recreación con unos planos de proyecto muy visuales que puedes exponer en un centro de interpretación o en el propio ayuntamiento, porque es muy didáctico”, añade Lola Miralles, de UMC.
Dotada de un presupuesto de 300.000 euros, esta primera fase consiste en cubrir las cabezas de los muros con materiales compatibles como el vidrio y el mortero de cal y limpiar, sanear y consolidar los paramentos verticales.

La intención del Ayuntamiento de Vera es que esta actuación sea la “punta de lanza” de un proyecto más ambicioso que contempla la adecuación del entorno y la puesta en valor y divulgación del yacimiento. Para acercar el enclave, se han creado unas comisiones de trabajo con representación de la sociedad, de técnicos y de humanistas que ultiman una campaña de verano y otra de invierno. “La de verano será un ‘abierto por obras’ que permitirá ver trabajar ‘in situ’ y la de otoño, un simposio de arqueología”, avanza Miralles. Todo con el objetivo de generar turismo cultural que complemente al de sol y playa.