Escudos de oro del IEA: homenaje a Inocencio Arias y Carmen Pinteño

“Cada vez que critican nuestro ADN, me siento más orgulloso de ser español, andaluz y almeriense”. El diplomático y escritor Inocencio Arias, consciente de la repercusión de sus palabras, no perdió la ocasión de referirse a Cataluña ayer durante el plenario del Instituto de Estudios Almerienses (IEA) en el que se le nombró miembro de honor de la institución y recibió, junto a la pintora Carmen Pinteño, su escudo de oro.

Arias, que definió al nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, como un “racista con ribetes de payaso”, alzó su voz contra aquellos que afirman que los españoles y los andaluces son gente “hecha de una pasta más barata, de un intelecto más bajo”.

“Defiendo a Almería cuando puedo, me enorgullezco de ser de aquí, pero no he ido a un torneo medieval por ella, aunque lo habría hecho gustosamente”, sostuvo.

El autor de ‘Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones’ -“la persona que más ha promocionado las pajaritas, tiene 182”, según apuntó en su semblanza el periodista Diego Martínez- achacó el reconocimiento recibido ayer a la generosidad que su tierra siempre le ha mostrado, y no al hecho de ser famoso (“toda mi vida he sido un secundario, un novillero”). Y confesó sentir una “enorme gratitud” por ese honor.

La primera mujer en el IEA
El homenaje a Inocencio Arias llegó con el salón de plenos del Palacio provincial ya embargado de emoción tras las palabras de la pintora Carmen después de la imposición del escudo de oro del IEA.
Pinteño -que fue la “única mujer en la directiva del centro cuando se creó en 1980”, tal y como reseñó en la introducción su biógrafa Mari Carmen Fernández Capel- agradeció el “legado invisible” que le ha dejado del Instituto de Estudios Almerienses, y lo mucho que la ha enriquecido.

“Cuando se constituyó, estaba formado por un grupo de hombres sabios que me regaló una buena dosis de autoestima y me permitió hacer mi contribución a esta tierra. Y, sin buscarlo, mi trabajo se aceptó a pesar de ser mujer, que en aquel momento era más un sambenito”, expresó.

La artista no solo evocó los inicios del organismo, sino que hizo lo propio con su propia carrera y su vida: “Yo pertenezco a la generación de la posguerra en la que las mujeres no teníamos ningún protagonismo en la vida cultural y, la verdad, empecé a pintar sin pretensiones, que era lo que en ese momento hacían las amas de casa; hoy deberíamos llamarnos ingenieras multifuncionales del mantenimiento familiar”. Afirmó con gracia, ante los aplausos de un salón lleno y entregado a ella.

Siempre con la motivación de plasmar a los campesinos sin campo, a los cortijeros sin cortijo y a las mujeres arrugadas al sol, “no como muestra de costumbrismo, sino como reflejo de la realidad”,

Carmen Pinteño se mostró satisfecha de haber podido ejecutar su particular “galería de confesiones” porque “lo importante no es la meta, es el trayecto”.

El doble homenaje cerró el pleno anual del IEA en el que se hizo balance del ejercicio anterior, se informó del presupuesto para este año -que asciende a 727.000 euros, gastos de personal incluidos- y se dieron las líneas básicas del Plan de Actuaciones de 2018.

Más vivo que nunca en 2018
El presidente de la Diputación, Gabriel Amat, expresó ayer durante el Plenario del Instituto de Estudios Almerienses (IEA) su deseo de que el centro esté “más vivo que nunca” en 2018.

Por otro lado, el diputado de Cultura, Antonio J. Rodríguez, diocuenta de las actividades que se han desarrollado en el año 2017 y resaltó que el IEA tiene “vida propia gracias al esfuerzo de todos y cada uno de los miembros que lo conforman”.

Entre el Plan de Actuaciones para 2018, se va a dar continuidad a las actividades que mejor han funcionado -como las ‘Tardes del IEA’- y se van a poner en marcha nuevos proyectos como los actos del 450 aniversario de la rebelión de los moriscos, la publicación de un tomo de la ‘Historia de Almería’ -la correspondiente a la época moderna-, y la vuelta de la ‘Revista del IEA’ en formato digital.