José Requena“La Feria del Mediodía ha sido como un balón de oxígeno”

Termina para él una dura semana de Feria. Aspiraba a poder disfrutar de un ‘domingo de resaca’ tranquilo en compañía de su familia. Nada de eso, una llamada de LA VOZ evapora toda esperanza. Al menos la cita es en uno de sus establecimientos, la cafetería Torreluz.

En la barra unos horquilleros apuran sus consumiciones antes de ir a portar a la Virgen del Mar en la procesión que cierra la Feria. La Patrona de Almería llegó a la playa tras una tormenta y así califica José Requena la actual situación económica. Pide una mesa tranquila mientras cuenta que ha pasado una Feria de mucho trabajo, con una ocupación que ha rozado el 90% en su hotel. Además, su clásico ambigú de Feria de Mediodía, el de la plaza Flores, ha capeado bien el temporal, tanto que ha recibido el premio al ‘mejor servicio’ del Ayuntamiento de Almería y la Asociación de Empresarios de Hostelería, ASHAL.

La Feria significa mucho, porque es uno de los tres mástiles claves para sortear la tormenta en el barco de la hostelería junto con la Semana Santa y la Navidad. Requena fue uno de los emprendedores que gestó hace más de 20 años la idea de la Feria del Mediodía en el casco histórico de la capital como respuesta a otra tempestad, la que produjo el traslado del recinto ferial desde el puerto a El Zapillo. Aquella maniobra dió frutos y “se produjo un boom que ha sido fundamental para los negocios que trabajamos durante todo el año y para la creación de empleo; solo el ambigú del Torreluz ha generado 22 puestos de trabajo esta semana, multiplica por nueve chiringuitos y verás los resultados”.

Ahora, con el nuevo recinto, otro vendaval amenaza con quebrar el mástil de la Feria del Mediodía. El hostelero confiesa que no tiene claro si se quiere eliminar o no, pero sí que se muestra tajante al afirmar que la Feria del Mediodía en el centro es “imprescindible para nuestros negocios, un auténtico balón de oxígeno en mitad de la crisis”.

Él ve compatibles los dos recintos. Todos los días ha trabajado hasta media tarde, pero por la noche ha asistido con su familia a las casetas del recinto de la noche y a los conciertos de flamenco. Especial admiración siente por Pansequito: “Siendo estudiante en Granada compré una cinta suya y me impactó, la escuchaba a todas horas. Además es un tío contestatario y a mí me gustan los artistas con un punto reivindicativo”.

Él también tiene su lado luchador. Es un firme defensor del casco histórico como patrimonio turístico, empresarial y cultural. Le gustaría que se potenciara y que no perdiera ninguno de los atractivos que ahora tiene para que se fueran abriendo más negocios que generasen riqueza y empleo. Se emociona al hablar de la Alcazaba, de la Catedral, de las calles y plazas del centro y lo visualiza como un “gran centro comercial abierto”.

En busca de eventos

Desde los Juegos de 2005 asegura Requena que Almería cuenta con la infraestructura hotelera y los espacios “más que suficientes” para luchar por traer eventos de tamaño medio, pero la competencia entre las ciudades es “terrible”. Almería necesita mejorar sus comunicaciones, especialmente “el corredor mediterráneo y la autovía a Málaga”, destaca Requena, para quien se ha perdido el mercado de competiciones deportivas que llegaron con la resaca de los Juegos.

Mientras tanto, considera que para seguir navegando en medio de la tormenta hay que poner todos los sentidos en escuchar a los clientes, porque “el mercado ha cambiado en los últimos tres años lo mismo que en los anteriores quince”.

Saca un billete y paga los cafés -en su propia cafetería- y se despide añadiendo que ahora hay que centrarse en mejorar la calidad y el servicio, por eso ultima la renovación del hotel Torreluz para convertirlo en un “flamante cuatro estrellas” que espera inaugurar este otoño.