‘La ciudad y sus niños’, un repaso a la historia de Almería entre 1930 y 1980

Decía el filósofo que ‘recordar es volver a vivir’. Bueno, pues con el sexto libro que nos llega por Navidad (como el anuncio de turrón) de Eduardo del Pino Vicente, los almerienses que peinamos canas hemos vuelto a vivir la historia de nuestra infancia y juventud, al recordar en imágenes en sepia aquella Almería que ya se nos ha escapado de la realidad pero que guardamos en un rinconcito de nuestra mente y de nuestro corazón.

En ‘La ciudad y sus niños. Almería 1930-1980’, Del Pino nos presenta "la Almería herida de la guerra y aquella generación de niños que fueron la esperanza en medio de la tragedia; la Almería de las restricciones y la leche en polvo y la de los niños y niñas que humanizaron sus calles aliviando el manto gris de la postguerra; la Almería de la clase media, de los primeros televisores y de la revolución urbanística que cambió la ciudad; la Almería de los últimos años de Franco y los niños de la Transición", según se lee en la contraportada.

Se trata de un libro de 343 páginas, editado por LA VOZ DE ALMERÍA, con dos centenares de fotografías, guardadas en baúles y álbumes fotográficos familiares que nunca soñaron con formar parte de un libro, aquellas fotos en sepia que forman parte de la intimidad de cualquier familia, a las que el autor saca una inesperada (para ellas) utilidad: ser memoria viva de la ciudad.

“Tiene fotos de gran valor: casas históricas que desaparecieron  en los años 60, cuando destrozaron Almería; paisajes del Puerto cuando era un lugar de desahogo de la ciudad y un escenario de fuga para los niños; imágenes de la vida cotidiana en las calles”, declaró Del Pino.

Presentación
‘La ciudad y sus niños. Almería 1930-1980’ fue presentado la noche del miércoles en un abarrotado salón de actos de la Escuela Municipal de Música. Ocupaban la primera fila el consejero delgado de LA VOZ, Juan Fernández-Aguilar, el director, Pedro M. de la Cruz, así como familiares y amigos muy cercanos al autor. Actuó de mantenedor del acto el periodista Pepe Cuenca y la presentación del libro corrió a cargo del profesor de Historia Antonio Díaz, quien calificó a Del Pino como ‘arqueólogo de su ciudad’. Por último, Eduardo D. Vicente comentó el libro con su tradicional gracejo, despertando la sonrisa de los asistentes.