Premio en Rusia para la pianista Naira Perdu

La pianista almeriense Naira Perdu recibió el pasado martes 20 de noviembre el segundo premio en el Concurso Internacional de Música Clásica del Festival de Ruza, en Moscú. 

Este certamen tiene lugar cada año en el entorno natural del Valle de Ruza, un lugar de gran importancia para la cultura musical rusa ya que grandes compositores como Prokofiev, Shostakovich o Khachaturian solían trabajar allí.

Este año, el festival celebraba su vigesimocuarta edición, acogiendo a músicos de todo el mundo y diferentes especialidades: pianistas, cantantes y diversas agrupaciones camerísticas.

La almeriense Naira Perdu se alzó con el segundo premio tras interpretar en el concurso obras de Beethoven, Rachmaninov y Prokofiev y recibió la felicitación personal de la gran pianista Vera Nosina, profesora y jefa de departamento del ‘A. Schnittke Moscow State Institute of Music’.

Carrera internacional

Esta joven pianista que desarrolla ahora su carrera internacional se formó en el Conservatorio Profesional de Música de Almería con Leopoldo Romero y José María Azurmendi y posteriormente en el Conservatorio Superior de Murcia con la Dra. Pilar Valero Abril. 

En 2017, Naira Perdu finalizó sus estudios de Máster en Interpretación Solista en el Conservatorio Real de Bruselas con el gran pianista Boyan Vodenitcharov obteniendo ‘Gran Distinción’ en su recital final. Ha formado parte en recitales por España y el extranjero: Bruselas, Dortmund, Roma, París, Weinsberg…

Actualmente, Naira reside en Bruselas y mantiene una intensa actividad artística: viajando a Coimbra para formarse con el Maestro Aquiles Delle Vigne, colaborando con la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, creando el Proyecto Pandora junto al actor Fran Bermejo en el que explora nuevas formas de conectar con el público y desarrollando sus conciertos como solista.

Junto a él visitó en abril la sala Clasijazz con ‘Del amor, la música y las palabras’, una bellísima propuesta con la que transportan al espectador al corazón de la historia de Romeo y Julieta: el cruce de caminos entre Shakespeare y Prokofiev a través de una performance íntima e inédita más allá de los límites del concierto.