La Navidad está a la vuelta de la esquina y en esta época diferentes tradiciones e iniciativas inundan los pueblos del interior almeriense, que buscan en todo momento hacer más atractivo su municipio para visitantes y vecinos. Alumbrados excepcionales, concursos navideños, talleres y actividades para pequeños y mayores se apoderan de estos pueblos para convertirlos en lugares aún mucho más especiales.
De la mano de la Diputación Provincial de Almería, este mes de diciembre recorremos cada una de las curiosas tradiciones de los 91 pueblos del interior de la provincia en unas pequeñas guías, tituladas ‘Navidad en el interior de Almería’, que se repartirán a lo largo de estas semanas junto a LA VOZ. En la primera y segunda guía, hoy sábado y mañana domingo, respectivamente, nos adentramos en las costumbres, actividades y gastronomía típica de algunos pueblos de la Alpujarra almeriense y de otros que destacan de igual forma por el encanto de sus enclaves. Abla, Abrucena, Albanchez, Alboloduy, Albox, Alcolea, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Alhabia, Alhama, Alicún, Almócita, Asodux, Antas, Arboleas, Armuña de Almanzora, Bacares y Bayárcal son los dieciocho pueblos de los que desvelamos las tradiciones más curiosas y antiguas de Navidad, así como las que han llegado hace poco para quedarse.
La música, protagonista
Quien ha vivido el Baile de Ánimas en Abla sabe de lo que hablamos. Se trata de una tradición que coincide con la llegada del Año Nuevo. Vecinos y visitantes esperan durante todo el año para asistir al recorrido ofrecido por la cuadrilla de músicos y aficionados del pueblo.
Y es que las tradiciones musicales son piezas clave de la Navidad en los pueblos del interior de Almería, que aprovechan esta festividad para sacar su espíritu musical.
Abrucena no podía ser menos, en donde el popular concierto de Navidad juega un papel fundamental como tradición profundamente arraigada. Pero no todo son ritmos y melodías, el municipio celebra diferentes actividades y concursos que amenizan las fiestas a los más pequeños y les invitan a dejar volar su imaginación.
Por su parte, Albanchez celebra el tradicional concurso infantil de postales navideñas, un evento que goza de gran participación en el municipio. Y si algo no puede faltar en la despensa de ningún albanchero son los almendrados y suspiros, que hacen suspirar a cualquiera que los pruebe.
En Alcolea nadie puede perderse las actuaciones del grupo Zarahagüí, que anima las fiestas a todos sus vecinos cantando villancicos y canciones populares. En Alhama esperan con impaciencia la tradicional Ronda navideña, una costumbre que une a los vecinos y a la banda municipal.
Quien ha visitado Alboloduy en Navidad sabe que es obligatorio asistir a la tradicional tambora, en la que los vecinos cantan letras del propio municipio y las Ánimas piden el aguinaldo de casa en casa. En muchas ocasiones los vecinos ofrecen mistela, un producto típico de este pueblo de interior.
Costumbres curiosas
En estos pueblos de belleza natural existen tradiciones de lo más variopintas. Una de ellas es el sorteo del niño Jesús de Alhabia, en el que se sortea una imagen del Niño Jesús entre los niños, una costumbre bastante arraigada en el municipio.
Un concurso curioso es el de decoración de fachadas de Alicún, en el que se premia a la fachada mejor decorada, donde los vecinos adornan con ilusión el exterior de sus viviendas.
Pero si hay decoración que merezca la visita es el belén de croché y las figuras de Almócita. Balas de paja gigantes, guirnaldas y un belén de croché decoran cada Navidad el municipio, haciendo de él un lugar más atractivo en Navidad.
Otros atractivos navideños significativos son la antigua festividad de los Santos Inocentes en Alsodux o el Belén viviente de Antas, dos tradiciones que sin duda representan la Navidad de estos dos municipios: una ha pasado a la historia pero se recuerda con nostalgia y otra ha llegado para quedarse.
Gastronomía
La gastronomía se apodera de las cocinas albojenses gracias al popular remojón. A pesar de elaborarse durante todo el año, se trata de una receta que no puede faltar en Nochebuena.
Pero si hay algo que nadie se puede perder son los dulces de pueblos como Alcóntar o Alcudia de Montegud. Roscos de manteca y vino blanco, roscos de naranja, mistela o el turrón de almendra son algunos de los productos que alegran el paladar de cualquiera que los deguste.
Los mercados navideños no son solo característicos de países como Bélgica o Alemania, también en España se organizan. Es el caso de Arboleas, un pueblo en el que el mercadillo navideño dedicado principalmente a los puestos gastronómicos es su principal atractivo turístico en estas fechas.
La gastronomía es también crucial en la Navidad de Armuña de Almanzora y Bacares, donde es tradición elaborar dulces como mantecados y suspiros. Pero delito es ir a Bayárcal en Navidad y no probar sus populares roscos fritos, que no dejan indiferente a nadie.
Y es que cualquiera de estos pueblos son de visita obligada en cualquier época del año, pero más aún en el periodo navideño, donde tradiciones, actividades y gastronomía se unen para regalar a visitantes y vecinos unos días mágicos.
¿Cuál de estos pueblos piensas visitar primero esta Navidad?
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