El Carnaval sale a la calle: el desfile congrega a cientos de almerienses

Comparsas, murgas y ciudadanos disfrazados protagonizaron la jornada

Confeti lanzado desde las carrozas alfombró las calles del centro de la ciudad.
Confeti lanzado desde las carrozas alfombró las calles del centro de la ciudad.
Álvaro Hernández
07:00 • 04 mar. 2019

Algo más tarde de lo previsto (un cuarto de hora, aproximadamente) y bajo un sol de justicia: así comenzó en la mañana de ayer un desfile de Carnaval que se confirma en este año como la cabalgata más extensa de todas cuantas se organizan en la ciudad.



Además, el desfile de ayer también sirvió para recordar en la calle otras dos cuestiones. Por una parte, que los almerienses sí viven la fiesta en la calle, algo que podía comprobarse fácilmente viendo la cantidad de niños (y no tan niños) que salieron a ver el desfile disfrazados de los más variopintos personajes; por otro lado, que el carnaval almeriense es algo que va mucho más allá de los límites del municipio capitalino y se trata de una parte del patrimonio cultural de la provincia.



No en vano, además de los grupos participantes en el concurso (como ‘Esto no me cuadra’, la murga de Gádor, por ejemplo), en el desfile participaron grupos de baile venidos de distintos puntos de la provincia, como Roquetas de Mar, Antas o Garrucha.



Desfile



El desfile salía de la Plaza Circular en dirección a Puerta de Purchena. El destino final: el Anfiteatro de la Rambla Federico García Lorca, donde tendría lugar posteriormente la ya tradicional fiesta de la sobrasada.



El recorrido lo abría la animada charanga de LA VOZ, capaz de animar una Feria en agosto y de calentar el ambiente en pleno Carnaval.



Tras ella, una sucesión de carrozas desde la que pequeños y grandes lanzaban papelillos de colores que terminaron alfombrando las calles del centro de la ciudad.



Alternando con las carrozas, distintos grupos de los que participaron en las últimas semanas en el concurso de agrupaciones (COAC) pasearon sus disfraces y repasaron ante el público de la calle las letras que defendieron en los escenarios del Teatro Apolo y el Auditorio Maestro Padilla (algunos, incluso se atrevieron con las letras que han sonado en el Gran Teatro falla de Cádiz estos días).


Se trató de un desfile sin vallas, para que la ciudad se empapara del Carnaval y viceversa, pero con seguridad: cada carroza iba acompañada de personal de seguridad  pendiente de que no hubiera ningún incidente.


Cerraban el desfile numerosos grupos de baile venidos de toda la provincia que arrancaron los aplausos de un público que certificó, a pie de calle, que esto es (por fin) Carnaval.


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