Vetusta Morla es un referente del indie rock en España y el próximo 17 de agosto pondrá el Cooltural y, con él, a Almería un poco más en el mapa de festivales. En esta entrevista, Guillermo Galván, guitarrista y autor de buena parte de las letras de la banda madrileña, reflexiona sobre el proceso creativo y el futuro y se refiere a posibles imitadores.
El Cooltural hace una nueva muesca en su revólver al traer a Vetusta Morla este próximo agosto. ¿Faltaba Almería en su verano festivalero?
Sí, la verdad es que estamos teniendo un verano bastante intenso. Llevábamos unos años sin hacer festivales y ahora nos estamos poniendo las botas. Y lo cierto es que había ganas de volver a Almería.
Vienen con ‘Mismo sitio, distinto lugar’, un cuarto álbum en el que avanzan sin perder su esencia. ¿Cómo es ese proceso de exploración interior hasta dar en el sonido y las letras que tocan en cada momento?
Tiene mucho que ver con la intuición, con convertir el proceso en algo excitante y tener la sensación siempre de hacer algo por primera vez y de intentar no repetir cosas.
Somos seis personas, un colectivo con intereses e influencias distintas, pero siempre que nos ponemos a trabajar encontramos puntos en común y muchos de ellos, sobre todo a nivel de letras, están inspirados en lo que está sucediendo alrededor, en la realidad y en tomar de ella los nutrientes necesarios para convertirla en canciones.
Es el autor de buena parte de las letras de Vetusta Morla. ¿Cómo es el proceso de escritura?
Intentamos que Vetusta Morla sea un punto de encuentro de nuestra mirada del mundo y un punto de encuentro del colectivo.
Cuando estamos en el escenario, abrimos la puerta que nos comunica con la gente y lo hacemos a través de las canciones, de modo que intentamos que primero nos gusten a nosotros, tengan algo que ver con nuestro prisma y que luego cada persona que las escuche las pueda hacer propias.
Después de Vetusta, surgieron grupos que parecían querer hacer algo parecido. ¿Tienen esa sensación?
En la música nadie ha inventado nada, bueno, supongo que Mozart sí. Pero al final nosotros hemos hecho cosas parecidas a los que venían antes y ha habido gente que ha hecho cosas parecidas a los que aparecimos después. No es algo que nos preocupe. Yo pienso que es bueno que existan referentes y que Vetusta se haya convertido en un referente para la música española es algo de lo que nos sentimos muy orgullosos, pero tampoco hemos pretendido en ningún momento encabezar o abanderar nada. Cada banda o cada artista es soberano e intenta hacer cosas que son propias.
En otoño la gira los lleva a Estados Unidos. ¿Qué seguimiento tienen allí?
Es la segunda gira que hacemos en Estados Unidos, esta es la más larga. La última vez que fuimos fue con ‘Mapas’ hace cinco años. Y aunque hemos estado distintas veces (por ejemplo, estuvimos en los Grammy Latinos y hemos ido a mezclar el disco ‘Mismo sitio, distinto lugar’), es la primera vez que hacemos una gira tan extensa, de costa a costa, con doce o trece conciertos.
De momento la venta de tickets va bien, supongo que vendrá una importante comunidad latina y es muy bonito porque vamos a hacer un circuito que hace tiempo que no hacemos en España. Un circuito de salas, salas grandes, pero nada de conciertos masivos como los que hacemos aquí.
¿Echan de menos tocar en salas?
Sí, lo que pasa es que tenemos la suerte de que todos los años al final acabamos haciendo giras por Europa o por países donde quizá no somos tan conocidos y podemos visitar sitios más íntimos.
Uno de los puntos fuertes de Vetusta son los directos, ¿dejan espacio a la improvisación?
Siempre hay un punto donde puedes improvisar. Lo que pasa es que en esta gira, si bien es cierto que nos gusta cambiar cosas, casi todo está bastante atado porque llevamos mucha sincronía con vídeos, luces, trabajo de show y regiduría que hace que haya mucha gente trabajando a la vez y la improvisación de uno afecte a todos.
¿Piensa ya en encerrarse a escribir?
Son etapas muy intensas y hay que disfrutar de cada una. Ahora es difícil ponerse a escribir de la misma forma que cuando estamos sin girar, pero vamos haciendo cosillas.
Otros muchos grupos murieron de éxito, ¿tienen miedo de que la presión les acabe pasando factura?
Llevamos veinte años como grupo con mucha presión y es algo con lo que te acostumbras a vivir, con lo que te acostumbras a lidiar. Cuando un grupo desaparece, quizá sea por otro tipo de cosas: por egos, por no saber comunicarte, ni llevarte personalmente. Pero todo tiene un inicio y un fin y supongo que en algún momento Vetusta se acabará también y habrá que asumirlo.
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