‘Ruta abierta hacia lo incómodo’ (Letrame) es el primer libro de la almeriense Irene Barrionuevo. En él narra las experiencias y aprendizajes con infinidad de emociones que hacen preguntarte a ti mismo y, sobre todo, cuestionarte si estás en el lugar y tiempo adecuado.
Es deconstruirte y un giro de perspectiva en el que incomodarse se convierte en el punto de inflexión que venías buscando para avanzar, para salir de lo que te detiene en el camino.
Es el resultado de cuando consigues salir de allí, de la “zona de confort”, y dar un giro de 180º, en palabras de la escritora. “Un conjunto de cosas que estallan en tu interior y te obligan a alejarte de una persona, a tener amor propio, a admirar a alguien o incluso las limitaciones que tienen las mujeres hoy en día en la sociedad que vivimos por el mero hecho de ser mujer”, subraya la autora, que el viernes presentó la obra en Bibabuk.
De eso trata este poemario: del dolor y la nada, de cosas que te pasan por primera vez para crecer y para alcanzar lo que de verdad te llena.
“Tienes que salir de tu zona confortable para que te pasen cosas distintas”, afirma. La decisión de irse a los confines del mundo y apartarse de lo conocido y topar con gente distinta fue lo que la llevó a escribir estos 41 poemas que definen otra manera de ver la vida. Unos están escritos en Almería y otros pertenecen a distintos rincones del globo.
Injusticia social
Esta emoción fue lo que despertó y arrastró a esta joven de 26 años a estudiar Educación Social y a embarcarse completamente en ello. Comprometida socialmente, decidió irse al sur de Inglaterra a hacer voluntariado. Su corazón quedó atrapado por las personas a las que se vio obligada a dejar pero también por niños con autismo y Asperger. "Salir de donde me siento cómoda es lo que me hacen mantenerme en movimiento”, afirma en ‘Ruta abierta hacia lo incómodo’.
Un pedacito de ella y una necesidad de contarle al mundo desde lo más profundo de su interior es producto de esta iniciativa. Adentrarse en lo desconocido para evolucionar dio significado a su vida y al título de cada poema, que tiene su significado enlazado a la emoción que la hizo vivir. Es el caso de ‘Templo de cuerpos rotos’, dedicado a mujeres como Diana Quer, Laura Luelmo y a todas aquellas que han acabado donde no deberían de acabar y de una manera muy injusta. Es la lacra social diaria que todas tenemos que enfrentar, “las limitaciones que tienes por el mero hecho de ser mujer”, subraya Irene Barrionuevo.
Un poema que, según la escritora, “nace de la frustración de decidir cuando puedes correr o viajar sola”, o simplemente realizar una actividad sin sentirte insegura.
Barreras burocráticas
Es el título de uno de sus poemas, en el que describe la sensibilidad que esconde el ser humano con otros como ella y su relación con los niños con enfermedades raras.
Lo empezó a escribir en el instituto con jóvenes con autismo y Asperger donde uno de ellos le enseñó a tocar el piano. Narra lo fácil que es coger cariño a esas personas al mismo tiempo y a la vez que la de mantener esa barrera profesional. “Cada uno de ellos tiene su mundo interior y es diferente su manera de procesar las cosas, y eso me parece muy interesante. A veces me gustaría estar dentro de ellos para saber cómo piensan y qué sienten. Al mismo tiempo que estoy con ellos, aprendo de ellos”, subraya.
Otra filosofía que se cristaliza en sus poemas y que dice “haber aprendido” es el desapego. “Saber que no volverás a ver a personas que salen con la misma rapidez que entran te hace ver la vida de otro modo”, dice sobre la sensaciones de vivir en el extranjero y el poema ‘El dolor y la nada’ define lo que ella sintió.
‘Ruta abierta hacia lo incómodo’ es un libro para personas sensibles y con la visión de salir de la zona de confort que cada día de nuestra vida se va haciendo menos confortable.
Poemas con la música de Ali González
Amigas desde el instituto, la cantautora almeriense Ali González, de 27 años, acompañó a Irene Barrionuevo en la presentación del libro tocando con su guitarra canciones propias y de otros cantautores.
Empezó con 8 años en en el conservatorio y en un coro aprendiendo guitarra, pues sabía tocar el piano. Marchó a Sevilla a tocar en el bar La Estación y después marchó a Madrid viviendo de lo suyo por un lado, pero por otra parte del marketing. Ha dado conciertos en Bilbao, Galicia, Barcelona, Valencia, Murcia, Madrid y Almería.
Actualmente tiene un proyecto de música y una gira con la cantautora María Gutiérrez.
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