Bendecido el manto que Rodolfo Díaz Lussnigg donó a la Virgen de la Merced

Una llena capilla del Sagrario de la Catedral acogió la bendición del nuevo manto de la titular de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental del Prendimiento, la Virgen de la Merced, bordado en hilo fino de oro, diseñado por el prestigioso taller del malagueño Sebastián Marchante Gambero y donado por Rodolfo Díaz Lussnigg, hermano de la Hermandad del Prendimiento e hijo de Camarera Mayor Honoraria y fundadora de la Hermandad, Resi Lussnigg Arjona. 

En su honor, Rodolfo Díaz Lussnigg ha donado este manto que recoge una de las peculiaridades identificativas de esta imagen mariana, el color blanco.

A la conclusión del primer día del Triduo, el canónigo de la Catedral, Ramón Garrido, fue el encargado de bendecir este manto de tisú de plata y bordado en hilo fino de oro. Acto que contó con la asistencia del jefe del Grupo de Artillería de Campaña de La Legión, el teniente coronel Raúl Sánchez Prendes y de la única fundadora viva de la Hermandad, Mª Roda, que próximamente cumplirá los 100 años, además de la presidenta de la Asociación Casco Histórico, Magdalena Cantero; y amplia representación cofrade.

Tras firmar las actas oficiales, Rodolfo Díaz Lussnigg tomó la palabra agradeciendo a las distintas Juntas de Gobierno que han dirigido la Hermandad desde su refundación, en el año 1978, y que estuvo encabezada por Juan Antonio Barrios, “por haber conseguido, todas ellas, alcanzar las más altas expectativas que nadie, ni mi madre, pudo soñar”, señaló Rodolfo Díaz Lussnigg. 

Continuó su intervención recordando el gran trabajo realizado por su madre, Resi Lussnigg Arjona, con Mª Roda, única fundadora viva; y Ángeles Escobar, entre otras. “Dieron todo, pateando la ciudad, pidiendo dinero para el manto que hicimos, blanco y bordado en oro con los nombres de sus donantes”, manto que fue pasto de las llamas en el incendio ocurrido en la Catedral el 4 de Abril de 1996. 

Rodolfo rememoró la conversación que mantuvo con Mª del Mar y su padre, Enrique Marín y donde surgió la idea de la realización de un manto “blanco”. La acepté y sólo solicitó: “que llevara el nombre de mi madre, en recuerdo de todos los nombres que llevaba el anterior manto; el escudo de la Orden de la Merced; y el Escudo de Almería o el Sol de Portocarrero”.

El bordador

Sebastián Marchante Gambero, autor del diseño y del bordado del manto, expresó a La Voz que “regreso con un manto para la Virgen de la Merced que es precisamente con la que empecé a trabajar para Almería. Comencé con una saya para la Virgen de la Merced y ahora regreso de nuevo con otro gran trabajo para la Santísima Virgen. De este modo, la Virgen vuelve a tener un manto blanco y vuelve a tener, en este caso, un nombre, el de Doña Resi Lussnigg Arjona, madre del donante, Rodolfo Díaz Lussnigg.