Los proveedores musicales en su adolescencia fueron los cupones del Spar y los reyes magos. Tenía un talento oculto para los teclados que también descubrió su madre por amor a la música electrónica analógica. Juan Manuel atrapa ruidos de la calle en una trayectoria experimental que dura ya 43 años
¿Cuál fue el primer instrumento?
Yo tendría unos 16 años y fue en mi adolescencia, a través de los cupones de los supermercados Spar. Mi madre tenía una cartilla que iba rellenando y cuando la completó le dije que pidiera de regalo una guitarra española. Luego con 18 años me regaló un órgano para los reyes magos.
Fue muy acertada en sus regalos
Ella sabía que yo estaba muy enganchado con la música y que tocaba el piano en casa de una amiga pero no tenía un teclado, entonces en el 76 me compré un teclado muy barato en Luis Gazquez por 20.000 pesetas.
¿Cree que a la música se llega por casualidad o hay un don oculto que se despierta?
Creo que tienes que tener algo dentro que te remueva y te haga expresarte a través de la música hacia fuera. Después puedes aprender a estudiar y te puede llegar por casualidad, pero es muy importante que tengas la chispa dentro.
Grabó su primera maqueta experimental en 1976, su madre vivía la generación de la copla, ¿supuso un cambio de mentalidad en ella?
A ella le encantaban los bajos, entonces empecé a hacer sonidos con bajos a través de un secuenciador. Hacía ritmos y ella me decía, "eso me gusta". Mi madre ha bailado música electrónica. Todo lo que está tan de moda ahora en la música experimental a mi madre ya le encantaba en el 79.
¿Su madre fue su mejor fans?
Venía a todos mis conciertos, desde mis inicios en Nirvana e Hypokheimenon (77/78) ella sola o con sus amigas o con mi hermana, menos en el convento de Las Puras en el 2008 porque ya estaba malita.
¿Le gusta la acústica de los templos?
Siento fascinación por el convento de Las Puras. Ahí realicé para las Jornadas del Siglo de Oro un concierto basado en los autores malditos desconocidos. Hice un tema que se llama 'De la sombra y de la espuma'. En las iglesias he encontrado, en la reverberación, su propia acústica.
¿Cómo es la vida de un compositor aislado de lo digital?
No tengo móvil, ni ordenador, ni televisión. Desde que tenía 12 años me gustan los ruidos acústicos, los sintetizadores, los sonidos industriales, los de los electrodomésticos; la onda corta de la radio cuando hace brong-brong (se ríe). De ahí me viene todo.
¿Le impacta ver a dos comensales con los cubiertos junto al móvil?
Yo sustituyo el móvil por una copa de vino. Me gusta cocinar en casa y cuando como solo en la calle, sencillamente no lo necesito, es una adaptación.
¿Qué ventajas tiene almorzar solo?
Comer a solas es otra historia. Te ayuda a componer, luego paseas y te vienen ideas o pensamientos; atrapas ruidos o sonidos que luego utilizo en mis producciones musicales.
Sus maestros son Tangerine Dream y Klaus Shulz, ¿qué es la música planeadora?
Es la música electrónica, cósmica, generada a partir de gente que venía del rock a final de 1960 en Berlín. Es un viaje sobre la sensación de planear por otros mundos.
¿Cómo define su música experimental?
Busca sorprenderme y sorprender con las sensaciones que tenemos dentro y fuera, ya sean personal, terrenal o cósmica.
¿Existe un manual para los interesados en este género?
Hay un libro muy interesante aunque difícil de encontrar que se llama Rock Alemán, de los años 70 y también el documental 'Krautrock, 'The rebirth of Germany'', que recoge la música alemana que rompió los moldes.
¿Dónde captura los sonidos?
Me gustan los pitos de los semáforos, el parabrisas de un coche; en mi casa he hecho un disco con el ruido de una lavadora. Ahora estoy grabando el sonido de las maquinarias de una planta de piedra y otra de textil. He pedido permisos para grabar a trenes, barcos y aviones despegando.
¿'Tras la lluvia' fue para atraer este bien a nuestra provincia?
Este tema lo toqué en Madrid en La casa encendida un 5 de agosto y en La Alcazaba un 28 de junio, respectivamente. En ambos llovió toda la tarde antes de la actuación, curioso.
Dígame una película imborrable
Cielo sobre Berlín, de Wim Wenders. Trata sobre los ángeles y el amor.
Un refrán de su jerga particular
Más vale ver la botella medio llena que medio vacía. Soy optimista.
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