Como cada año, el concierto navideño de la Banda Sinfónica San Indalecio resultó un entrañable y valioso regalo de Navidad. El pasado domingo, un centenar largo de integrantes llenó el escenario del Auditorio de ilusión y de compromiso con la música y la cultura, bajo la batuta de Juan José Navarro.
Un lleno absoluto del espacio escénico disfrutó de una primera parte en la cual la Banda de la Cañada presentó a sus jóvenes solistas, en una serie de piezas muy escogidas, de la mejor tradición de la música española a las que se sumaron dos composiciones de referencias conocidísimas por el gran público. José Moreno al clarinete, interpretó el bello pasodoble de sabor valenciano, Pepita Graus (P.P. Choví). Le siguió a la trompeta Raúl Quesada con otro pasodoble de profunda raigambre taurina, La Virgen de la Macarena (arreglos de Charles Kofe). Después vendría una auténtica sorpresa por la calidad musical, a cargo de Raúl Delgado, a la flauta travesera. La Fantasía Brillante sobre la ópera Carmen (L. borne/ L.S. Romanos) marcó uno de los momentos más brillantes de una velada musical repleta de sensaciones.
Este interesante capítulo lo cerró otra sorprendente interpretación: una adaptación a xilófono solista de las conocidas y complejas Czardas de Monti, realidad por W. Hautvast, en las que Ángel Pérez evidenció un acusado virtuosismo.
A la mesa
La segunda parte del programa estuvo dedicada la Capitalidad Gastronómica de Almería. En los temas elegidos y en la puesta en escena a cargo del actor Jesús Herrera, acompañado por Manuel Simón. Herrera aportó, como sólo él sabe hacerlo, una irresistible mezcla de humor y ternura idónea para un concierto como este.
Todo comenzó con Suspiros de España (A.Álvarez), para seguir con una selección de temas de estilos y contextos musicales diversos, en los que intervinieron la Coral Emilio Carrión, las sopranos Lidia Fernández y Mar Castañeda, el tenor Francisco Javier Rodríguez y el bajo Ramiro Cascó, además de la pareja de baile Ma&nY. Esta segunda parte continuó con el vals Chateuax Margaux, de la Zarzuela homónima de Manuel Fernández. A continuación tocó el turno de El Menú, en versión española de la obra del compositor alemán C. Friedrich. A esta divertida pieza le siguió el tema El Festín del musical La bella y la bestia (A. Menken). Con el público ya entregado llegó El último café, del compositor de tangos Héctor Stamponi con arreglos del director Juan José Navarro. El número final fue el celebérrimo brindis de La Traviata de Verdi.
Pero aún quedaba más. Una especie de suite unió los temas musicales de esos spots navideños que ya forman parte del imaginario colectivo.
Una inocente broma sobre la lotería de Navidad y un incontenible espíritu navideño fueron la guinda de un concierto de Navidad de la San Indalecio inolvidable.
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