Ciento dos reflexiones sobre cómo hablamos: el nuevo libro de Luis Cortés

El nuevo libro del profesor Luis Cortes reúne ciento dos columnas periodísticas que, sobre las más diversas cuestiones relacionadas con el habla de todos los días, se publicaron, en su mayoría, en el diario La Voz de Almería, especialmente desde febrero de 2009 hasta abril de 2013. Las columnas, que son de lectura amena, no siguen el orden cronológico en que aparecieron en la prensa, sino que se presentan reunidas temáticamente en ocho bloques.

Asimismo, en el libro, además de las citadas columnas, hallamos una introducción, un epílogo, una bibliografía sobre contenidos tratados y algo más de doscientas notas a pie de página donde encontramos, sobre  todo, aspectos que, de una u otra manera, complementan y enriquecen lo publicado en su día en el periódico.  El volumen que se presenta hoy tiene 462 páginas.

El acto, que tendrá lugar en la Sala de usos múltiples de Unicaja (Paseo de Almería, 69) a las 19.30 horas, está organizado por la Universidad de Almería con la colaboración de La Voz de Almería. Participarán en la presentación: Miguel Gállego Roca (Director del Servicio de publicaciones de la Universidad de Almería), Antonia Sánchez Villanueva (Subdirectora de La Voz de Almería), Antonio Martínez González (Catedrático emérito de la Universidad de Granada), Francisco Giménez Alemán (Exdirector de ABC, Exdirector general de Radio Televisión Madrid) y el autor del libro, Luis Cortés Rodríguez (Catedrático emérito de la Universidad de Almería).

Bloques

El primer bloque se titula El bien hablar y consta de dieciocho columnas. En ellas, se explica, entre otras cuestiones, lo que diferencia el habla de una persona que hace un buen uso de su idioma de aquel otro uso menos adecuado. También se trata de los mecanismos que se han de emplear para construir un buen discurso o cómo habríamos de preparar un buen discurso, o sea, las partes en que se ha de segmentar y las características que han de tener cada una de ellas.

El bloque segundo, que consta de veinticuatro columnas, se ocupa de Lenguajes especiales, entendiendo por tales el lenguaje jurídico, el lenguaje político o el pingajoso lenguaje publicitario, desgraciado ejemplo este último, en tantos casos, de un nocivo empleo del español; no obstante, es el discurso político, al que el autor dedicó diecisiete columnas a lo largo de varios años, el que más mereció su atención. El bloque tercero está dedicado a aquellos usos que afean y desprestigian nuestra habla, bien mediante irregularidades léxicas o morfosintácticas (el mal empleo de las preposiciones o de los relativos), bien mediante la utilización reiterada de términos innecesarios, como las muletillas: la verdad que, pero bueno, y eso, ¿me entiendes?, ¿vale? Se intitula, precisamente, Malos usos en el habla de todos los días. 

La ortografía y algunos empleos deficientes es el epígrafe  del apartado IV (dieciséis columnas). La erradicación de los aspectos considerados en él ayudaría, en buena manera, a que nuestros escritos fueran mejores. En el bloque quinto, Los andaluces y sus hablas, pretende el profesor Cortés, en las cuatro columnas que lo forman, luchar contra el viejo tópico de que existe una norma de habla  mejor, la septentrional, y otra peor, la meridional; falsa creencia que conviene rechazar, pues no se habla mejor o peor por el lugar en que se nazca, sino por el empleo que hagamos, en general, de nuestro idioma: gramática, léxico, entonación, pausas, conexión de ideas, etc.

El sexto bloque (trece columnas) se titula Lenguaje y sociedad. En él se presentan varios temas y entre ellos, el sexismo lingüístico y el sexismo social. El bloque séptimo consta de dos columnas dedicadas, como el título indica, a la enseñanza de la lengua española. Finalmente, el bloque octavo, denominado Herramientas para el buen uso de nuestra lengua, recoge catorce contribuciones  en las que se introduce al lector en los útiles libros de estilo, diccionarios de dudas, de gramáticas, ortografías, incluso se habla de la Fundéu, una institución que se ocupa del buen uso del español. El libro se cierra con un epílogo y con la bibliografía citada a lo largo del libro. 

Al ser todas columnas periodísticas, son de lectura sencilla y amena.