Salvador Compán hurga en las entrañas de la realidad con su poemario

Salvador Compán Vázquez nació en Úbeda, donde el trabajo llevó a su familia. Su padre de Canjáyar, su madre de Almería, es probablemente uno de los mejores narradores españoles; “hay pocos que se le puedan acercar”, dijo el poeta José Antonio Santano en la presentación de su primer libro de poesía.

El acto se celebró en la sala de la librería Picasso, donde Santano y el propio autor fueron desgranando los intríngulis del poemario que acaba de editar: ‘Corazón sin sueño’, un título que no responde a la desesperanza o a la ausencia de sueños, sino a un corazón “que no descansa, que está siempre alerta ante las emociones”, según explicó el autor.

Toda una vida
Reconoce que escribe poesía desde su incipiente juventud, una costumbre que ha cultivado de una manera secreta, pasional, subterránea. Ha tardado toda una vida en poner en orden el remolino de poemas que ha ido produciendo durante casi sesenta años, pero nunca llegó a publicar “por el enorme respeto que me produce la poesía que considero la quintaesencia de la realidad, porque es conocimiento y emoción, es ir a lo mas hondo de la realidad”.

Esa era, de hecho, una de sus obsesiones, huir de los textos vacíos, en muchos casos repetitivos en sus conceptos y figuras, que no aportan nada a la realidad, así que sólo ha emprendido esta aventura poética “al estar razonablemente seguro de que este poemario se adentra en la esencia del concepto de la realidad”.

Iconos literarios
Salvador Compán ha rodeado su ‘Corazón sin sueños’ con sentimientos, con emociones y con un aura de amores personales que de alguna manera han personalizado su obra poética, desde las ilustraciones, que están trazadas a bolígrafo por su propia mano, hasta la portada, que revive un monumento en el corazón de Manhattan, o las referencias a uno de sus iconos literarios, Antonio Machado.

El resultado es un conjunto de poemas escritos a lo largo de la vida del autor, seleccionados y actualizados, que vienen a formar su autobiografía sentimental, en buena medida su escala de valores en el mundo de la actividad literaria.

El libro se divide en cinco bloques que van desde el amor y la amistad hasta el sentimiento social o las consideraciones sobre el mismo hecho de la poesía. Es este criterio de los temas, y no el cronológico, el que ha seguido para agrupar los poemas, formando un libro de vivencias diversas, un panorama variado y muy ameno de las circunstancias y emociones de la vida del autor.

El poder de la lengua
Para los que conocemos la narrativa de Salvador Compán, el libro de poemas que le ha editado la editorial Juancaballos sorprende, pero solo a medias. Acostumbrados a su prosa ahora, de improviso, nos viene con ‘poemario’ muy elogiado por la crítica que en nada desmerecen a la calidad de su narrativa, de sobra acreditada.

El lector tendrá la impresión de que esos poemas provienen de saber la prosa solo se diferencian por el grado de intensidad en el uso del lenguaje.  “No solo no he abandonado nunca la escritura de poemas sino que mis relatos me ha exigido siempre percibir la proximidad de la lengua como una poderosa herramienta que tienes tan a mano que a veces se llega a sentir que es la lengua la que te escribe a ti…”