Marta Rodríguez
21:05 • 06 mar. 2012
El pintor y escultor Antonio López, uno de los máximos exponentes de la figuración, ha visitado esta mañana la Diputación de Almería para asistir al convenio de colaboración entre la institución y el Ayuntamiento de Olula del Río que permitirá el mantenimiento del Museo Casa Ibáñez.
La presencia del manchego está más que justificada, ya que parte de la subvención de 50.000 euros que contempla el acuerdo, aprobado en Junta de Gobierno el 27 de febrero, irá destinada a financiar la celebración del primer ‘Curso de realismo y figuración para pintores’, que impartirá el propio Antonio López en Olula del Río el próximo mayo.
Antes de rubricar el convenio, el artista ha firmado en el libro de honor de la Diputación que preside Gabriel Amat.
Después, Amat, la diputada de Cultura, María Vázquez, el alcalde de Olula, Antonio Martínez Pascual, el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Valle del Almanzora, Antonio Ramón Salas, y el presidente de la Fundación Museo Casa Ibáñez, el pintor Andrés García Ibáñez, han presentado el acuerdo a los medios
Estrecha amistad
Antonio López y Andrés García Ibáñez conservan una estrecha amistad. No en vano, ambos forman parte del colectivo ‘La gallina ciega. Una mirada contemporánea’, constituida por artistas vivos pertenecientes a varias disciplinas de la creación. Su ámbito es el del arte contemporáneo. Ambos admiran profundamente la obra del otro. De hecho, Antonio López sigue de cerca los progresos del gran lienzo de desnudos, ‘La fraternidad universal’, que Ibáñez ultima a partir de un posado de EQUO.
Una mirada a su trayectoria
Antonio López (Tomelloso, 1936) se inició en la pintura de la mano de su tío Antonio López Torres. En 1949 se trasladó a Madrid, donde cursó sus estudios en la escuela de Bellas Artes de San Fernando. Entre 1964 y 1969 impartió clases allí como profesor de la Cátedra de Preparatorio de Colorido. En 1993 fue nombrado miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes. A principios de los 90 comenzó su reconocimiento más clamoroso con hitos como la exposición antológica del Reina Sofía y la filmación del largometraje ‘El sol del membrillo’ por Victor Erice, sobre su proceso creativo. Le fue concedido el Príncipe de Asturias de las Artes en 1985 y el Velázquez en 2006. En 2011, el Museo Thyssen-Bornemisza le dedicó una exposición temporal.
La presencia del manchego está más que justificada, ya que parte de la subvención de 50.000 euros que contempla el acuerdo, aprobado en Junta de Gobierno el 27 de febrero, irá destinada a financiar la celebración del primer ‘Curso de realismo y figuración para pintores’, que impartirá el propio Antonio López en Olula del Río el próximo mayo.
Antes de rubricar el convenio, el artista ha firmado en el libro de honor de la Diputación que preside Gabriel Amat.
Después, Amat, la diputada de Cultura, María Vázquez, el alcalde de Olula, Antonio Martínez Pascual, el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Valle del Almanzora, Antonio Ramón Salas, y el presidente de la Fundación Museo Casa Ibáñez, el pintor Andrés García Ibáñez, han presentado el acuerdo a los medios
Estrecha amistad
Antonio López y Andrés García Ibáñez conservan una estrecha amistad. No en vano, ambos forman parte del colectivo ‘La gallina ciega. Una mirada contemporánea’, constituida por artistas vivos pertenecientes a varias disciplinas de la creación. Su ámbito es el del arte contemporáneo. Ambos admiran profundamente la obra del otro. De hecho, Antonio López sigue de cerca los progresos del gran lienzo de desnudos, ‘La fraternidad universal’, que Ibáñez ultima a partir de un posado de EQUO.
Una mirada a su trayectoria
Antonio López (Tomelloso, 1936) se inició en la pintura de la mano de su tío Antonio López Torres. En 1949 se trasladó a Madrid, donde cursó sus estudios en la escuela de Bellas Artes de San Fernando. Entre 1964 y 1969 impartió clases allí como profesor de la Cátedra de Preparatorio de Colorido. En 1993 fue nombrado miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes. A principios de los 90 comenzó su reconocimiento más clamoroso con hitos como la exposición antológica del Reina Sofía y la filmación del largometraje ‘El sol del membrillo’ por Victor Erice, sobre su proceso creativo. Le fue concedido el Príncipe de Asturias de las Artes en 1985 y el Velázquez en 2006. En 2011, el Museo Thyssen-Bornemisza le dedicó una exposición temporal.
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