El cine español viaja de Calar Alto al centro de Almería con ‘La zona vacía’

En una calle del centro de Almería, los estudiantes que charlan en la puerta de una academia se mezclan con los jóvenes que entran y salen de un edificio cercano. Los primeros tendrán algún examen a la vista; los segundos se enfrentan a uno cada día. Son los técnicos que trabajan en el rodaje de ‘La zona vacía’, segundo largometraje de Kurro González que protagonizan Alba Loureiro y Francisco Conde. La filmación se ha desarrollado desde mitad de julio en Valladolid (la capital, Mojados y Peñafiel) y Segovia y regresa a Almería (ya pasó por Calar Alto) en su recta final.

El interior de la vivienda -techos altos, suelo hidráulico, un luminoso pero desconchado patio interior- se convierte en plató hasta este jueves 13, cuando sonará el último golpe de claqueta.

La casa está decorada de forma sencilla: plantas, una estantería repleta de libros y cedés desperdigados. En una de las paredes, una fotografía de una sonriente pareja. Francisco Conde y Alba Loureiro ceden sus rostros a sus personajes, Luis y Ángela. Él es un astrofísico en continuo estudio de lo que llama ‘la zona vacía’, o el deseo de encontrar el orden dentro del caos. Ella es la mujer con la que comparte una vida ordenada y rutinaria. Muy tranquila hasta la llegada de unos vecinos con una hija adolescente que removerá el pasado.

Conflictos

“La casa es la columna vertebral de la película, donde los conflictos de los personajes se desarrollan y salen más a la luz”, apunta el director acerca de una historia que también firma y que le vuelve a unir con Francisco Conde tras ‘La madriguera’ (2016), thriller psicológico rodado en Almería. Como entonces, Conde no solo asume uno de los roles principales sino que ejerce de productor a través de su sello 32 Historias. La empresa también ofrece cursos de interpretación, guión y dirección.

‘La zona vacía’ se contará en blanco y negro. Una decisión “difícil” y “a contracorriente” por las “exigencias” de las distribuidoras pero que el director tenía clara. “[Luis] es un personaje que se mueve en un ambiente binario, de blancos y negros, lo que debía de tener traducción plástica en la imagen”.

Los protagonistas viven una historia de amor “truncada en varias direcciones”, cuenta Kurro González a la prensa que visita el rodaje. “Luis tiene una relación maravillosa con Ángela pero una reminiscencia de la infancia quiebra esa burbuja que ha ido construyendo”, dice sin desvelar más cartas.

“Ángela es un personaje con muchísimos matices, con un viaje alucinante. Es un regalo”, explica por su parte Alba Loureiro. 

Para Francisco Conde, este proyecto, que comenzó a gestarse antes de la pandemia, les está dando “muchas alegrías a nivel actoral y creativo”. “Es una felicidad poder rodar otra vez en Almería. Queremos seguir disfrutando pero también tenemos ganas de coronar todos estos años de trabajo”.

Junto a esta vivienda, Almería estará presente en el filme con secuencias rodadas hace semanas en Calar Alto, vinculado a la profesión del protagonista. El observatorio ya apareció en la pantalla en la cinta italiana ‘Tito e gli alieni’ (2017), inédita en España.