José Luis Laynez
01:00 • 06 abr. 2012
Querencia a casco histórico, a la Almedina, a ciudad morisca, a la antigua mezquita, a la cercanía de la Alcazaba, a calles estrechas y rectilíneas, a suelo adoquinado, a aceras estrechísimas, a plazas recónditas y entrañables, a casas de planta baja, a ventanas enrejadas, a balcones a cielo abierto, a silencio, a recogimiento, a gentes buenas y humildes, y a tantas otras cosas que dejó aparcadas esta Hermandad, que no olvidadas, en el casco antiguo de Almería.
A ellas acude cada Jueves Santo en recuerdo de su salida de la iglesia de San Juan, donde sigue teniendo su sede canóniga, durante muchos años. Y los vecinos saben reconocérselo.
La procesión sale desde hace tres años del antiguo convento de la Compañía de María, en Rambla Obispo Orberá. Avanza por Navarro Rodrigo, cruza el Paseo y por Plaza de San Pedro y calle Real gana el casco antiguo. A las ocho inicia su paso por Plaza de la Catedral para internarse ya en ‘su’ casco histórico. Y aquí es donde parece que a la Virgen de las Angustias y al Cristo de la Buena Muerte les cambia el semblante y, Cristo en su agonía y la Virgen en su dolor, parecen dulcificar su expresión y sentirse ‘como en su casa’: en su barrio de la Almedina.
Y vienen los recuerdos... Los 150 nazarenos que ayer desfilaron, buena parte de los 75 acólitos y niños de la guardería (algunos no habían nacido), las 15 mantillas, los costaleros y, cómo no, la Junta de Gobierno, recuerdan los muchos años en los que la procesión salía del templo de San Juan. El Cristo salía sin excesivos esfuerzos pero la Virgen...
El popular ‘portaviones’ en que iba Nuestra Señora de las Angustias costaba Dios y ayuda que saliera por la angosta puerta lateral del templo. Los nuevos pasos obligaron a cambiar su laugar de salida; y el Cristo de la Buena Muerte, ante la imposiblidad material de sacarlo de San Juan, salió unos pocos años del vecino Cuartel de la Misericordia. Pero a las Angustias también le hicieron un nuevo trono...
Y surgió lo inevitable: había que buscar un nuevo lugar de salida a la procesión del Jueves Santo pero, quede claro, sin cambiar la sede canónica en la iglesia de San Juan ni la estación de penitencia por el casco histórico.
Nuevo lugar de salida
Tras vanos intentos de salir de la ermita de San Antón, la Junta de Gobierno decidió trasladar la salida, hace ahora tres años, al antiguo convento y actual colegio de la Compañía de María. Acertada decisión, según el tiempo ha demostrado, pues la Rambla Obispo Orbera y calles adyacentes se llenan de fieles a ver la salida de los Titulares. Como ayer.
Para darle más emotividad a la salida, y demostrar que no han roto en absoluto con sus orígenes y con su barrio, en el portón del patio del convento por el que salen los pasos se coloca una reproducción fideligna de la puerta de San Juan.
Así, el lugar de salida es doble: nazarenos, insignias, mantillas, acólitos, guardería, filas presidenciales... El cortejo procesional, en general, efectúa la salida del interior de la iglesia de la Compañía de María. Y, como los pasos no caben por esa puerta, lo hacen del patio de la antigua clausura.
Sólo los dos pasos, el del Cristo de la Buena Muerte, portado por 34 costaleros al mando del hermano mayor y capataz José María Campos; y el de la Virgen de las Angustias, con idéntico número de costaleros mandados por el anterior hermano Mayor, Alejandro Mengíbar.
El ornamento floral de ambos pasos era igual: iris morados, tanto para el Cristo como para la Virgen, algo inusual, ya que el color floral en Almería suele ser rojo y morado para los cristos y blanco para las vírgenes. La banda de cornetas y tambores ‘La Humildad’, de Torredonjimeno, acompañó al Cristo de la Buena Muerte; la Asociación Musical y Cultural de Dalías iba con las Angustias.
Saetas
Ya hemos citado los lugares por los que la procesión ganó el casco histórico de la ciudad. Y los vecinos, que siguen totalmente identificados con los Titulares, le tenían preparada una sorpresa. Discurría el desfile procesion
A ellas acude cada Jueves Santo en recuerdo de su salida de la iglesia de San Juan, donde sigue teniendo su sede canóniga, durante muchos años. Y los vecinos saben reconocérselo.
La procesión sale desde hace tres años del antiguo convento de la Compañía de María, en Rambla Obispo Orberá. Avanza por Navarro Rodrigo, cruza el Paseo y por Plaza de San Pedro y calle Real gana el casco antiguo. A las ocho inicia su paso por Plaza de la Catedral para internarse ya en ‘su’ casco histórico. Y aquí es donde parece que a la Virgen de las Angustias y al Cristo de la Buena Muerte les cambia el semblante y, Cristo en su agonía y la Virgen en su dolor, parecen dulcificar su expresión y sentirse ‘como en su casa’: en su barrio de la Almedina.
Y vienen los recuerdos... Los 150 nazarenos que ayer desfilaron, buena parte de los 75 acólitos y niños de la guardería (algunos no habían nacido), las 15 mantillas, los costaleros y, cómo no, la Junta de Gobierno, recuerdan los muchos años en los que la procesión salía del templo de San Juan. El Cristo salía sin excesivos esfuerzos pero la Virgen...
El popular ‘portaviones’ en que iba Nuestra Señora de las Angustias costaba Dios y ayuda que saliera por la angosta puerta lateral del templo. Los nuevos pasos obligaron a cambiar su laugar de salida; y el Cristo de la Buena Muerte, ante la imposiblidad material de sacarlo de San Juan, salió unos pocos años del vecino Cuartel de la Misericordia. Pero a las Angustias también le hicieron un nuevo trono...
Y surgió lo inevitable: había que buscar un nuevo lugar de salida a la procesión del Jueves Santo pero, quede claro, sin cambiar la sede canónica en la iglesia de San Juan ni la estación de penitencia por el casco histórico.
Nuevo lugar de salida
Tras vanos intentos de salir de la ermita de San Antón, la Junta de Gobierno decidió trasladar la salida, hace ahora tres años, al antiguo convento y actual colegio de la Compañía de María. Acertada decisión, según el tiempo ha demostrado, pues la Rambla Obispo Orbera y calles adyacentes se llenan de fieles a ver la salida de los Titulares. Como ayer.
Para darle más emotividad a la salida, y demostrar que no han roto en absoluto con sus orígenes y con su barrio, en el portón del patio del convento por el que salen los pasos se coloca una reproducción fideligna de la puerta de San Juan.
Así, el lugar de salida es doble: nazarenos, insignias, mantillas, acólitos, guardería, filas presidenciales... El cortejo procesional, en general, efectúa la salida del interior de la iglesia de la Compañía de María. Y, como los pasos no caben por esa puerta, lo hacen del patio de la antigua clausura.
Sólo los dos pasos, el del Cristo de la Buena Muerte, portado por 34 costaleros al mando del hermano mayor y capataz José María Campos; y el de la Virgen de las Angustias, con idéntico número de costaleros mandados por el anterior hermano Mayor, Alejandro Mengíbar.
El ornamento floral de ambos pasos era igual: iris morados, tanto para el Cristo como para la Virgen, algo inusual, ya que el color floral en Almería suele ser rojo y morado para los cristos y blanco para las vírgenes. La banda de cornetas y tambores ‘La Humildad’, de Torredonjimeno, acompañó al Cristo de la Buena Muerte; la Asociación Musical y Cultural de Dalías iba con las Angustias.
Saetas
Ya hemos citado los lugares por los que la procesión ganó el casco histórico de la ciudad. Y los vecinos, que siguen totalmente identificados con los Titulares, le tenían preparada una sorpresa. Discurría el desfile procesion
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