AfroBrunch: la fiesta de quienes no tenían fiesta

El Afrobrunch es un festival de música, artesanía y gastronomía africana que nació en el Fòrum de Barcelona y se ha extendido como la pólvora por España en año y medio. Sus organizadores abrieron la gira de verano el domingo en el sitio que los vio crecer, Almería, vendieron casi 500 entradas anticipadas. “Sabes cuántos de quienes están hoy aquí les han dicho que no podían entrar a lo largo de su vida. Nosotros acogemos a todo el mundo, solo tienes que traer tu buena vibra”, dice el bisaugineano Daniel Nelson Mendes. 

Eran las 19 horas cuando se abrió la terraza del Bribón del Puerto en Aguadulce, los primeros invitados llegaban; muchas gafas de sol, mucho oro con la silueta de África y pocos tacones. El sol bajaba sobre el Mediterráneo y el Afrobeat corría por el parquet como un mal que despegaba los pies del suelo. La música obligaba a mover todo el cuerpo, postureo cero, aquí no se bailaba con el vaso en la mano y lo que más se bebía era Nestea o Red Bull. 

“Nos llevó casi un año encontrar un local para celebrar la fiesta. Los empresarios pensaban que el nivel adquisitivo era bajo en una fiesta negra”, dice el malagueño Daniel Chavi. Gorra blanca y acelerado porque tenía que cumplir los estándares que exigen 24.000 seguidores en Instagram. El cartel prometía y cumplió: el cantante Alu, el humorista Wiz Problema y los Djs Afri K, Jav, Walter O y Kevin Garcés.   

Afrobrunch es un evento único en España que realizará diez paradas este verano incluidas Ibiza y el Rototom, el festival rasta más grande de Europa. “El afrobeat es a África lo que el reggaeton a Latinoamérica”, dice Kevin Garcés. Es el técnico de sonido, nació en Colombia y aunque ya no lleva rastas sus orígenes vienen del reggae en acento catalán. “Este evento nos da el lugar que nos merecemos, no es una fiesta en un garaje”. Para Garcés la recompensa es el recuerdo y la emoción de poder evocar bonitos recuerdos de su infancia a los asistentes. Porque no solo hay DJs, en los primeros eventos también llevaban bandas de música folclórica. 

Lo más importante para el equipo es la cohesión, el acogimiento y la buena vibra. “El Afrobrunch ha creado grupos de amigos. En los comentarios de nuestras cuenta de Instagram alguien decía que quería ir, pero que estaba solo y pronto se formaba un grupo”, dice Chavi. 

El origen está en La Mojonera

Chavi y Mendes, los dos Danieles, se conocieron en La Mojonera: jugaban en el mismo equipo de fútbol del instituto. Salieron de Almería tras el COVID. “Lo que no es novedoso te estanca porque solo conoces una verdad y no puedes comparar”, dice Mendes, modelo internacional para Puma o Benetton. 

Cuando llegaron a Barcelona empezaron a bailar porque echaban de menos un espacio donde solo hubiera música afro. El primer club que les dio la oportunidad para celebrar la fiesta fue Forum Station en Barcelona. Desde entonces celebran tres Afrobrunch al mes en esta ciudad. “Es un aprendizaje constante, siempre conozco una comida nueva, la gente es muy acogedora. Es un espacio de cohesión cultural”, dice Mendes.