Del humor de Síndrome Clown a Carmen Machi, una gran actriz

Carmen Machi descargó sobre el  escenario del Auditorio de El Ejido la pavorosa confesión de una Helena de Esparta sumida en el alcohol y en el dolor, a partes iguales. La Helena homérica se transmuta en esta genial pieza en una descarnada víctima del amor más inocente, una vez que sus tiernas razones dejan paso a los tormentosos dictados de la ambición y la ira. Así, Juicio a una zorra se ha convertido en el definitivo y merecido espaldarazo para Carmen Machi como actriz dramática. Sí ya era muy querida por su magnífico registro cómico, ahora hay que inscribir su nombre entre los más importantes de la escena española sin etiquetas.
El Festival de Teatro de El Ejido tomó impulso en esta última semana con una serie de espectáculos de tono muy diferente, pero de altísimo nivel, precedidos, por la magnífica puesta en escena del grupo ejidense Botavara, y su Teatro bajo plástico.
Síndrome Clown, en la noche del jueves, desarmó cualquier atisbo de seriedad en esa materia tan de moda que ha venido en llamarse “coaching2. Víctor Carretero y Práxedes Nieto interpretan a dos “expertos” en crecimiento personal capaces de hacer reír hasta la saciedad con un espectáculo de perfecta ejecución, en sus papeles de indisciplinados conferenciantes, que tratan de aprovechar el tirón de la autoayuda convertidos en gurús de ocasión con su mensaje Mejor es...posible.
El viernes por la noche, fue el turno de Proyecto Laramie, un interesante ejercicio actoral, en el cual, el proceso de trabajo para elaborar un guión dramático se convierte en la propia pieza. Un riguroso y profundo análisis de la conciencia humana frente a la violencia que desencadenan los prejuicios y los convenciones sociales sin reflexión moral. La compañía Lazona consigue en este montaje meter el bisturí en los aspectos éticos más complejos de la condición humana.