“Todo lo que me sucede lo relaciono, de un modo u otro, con el cine”

Al igual que Aute cantaba “todo en la vida es cine y los sueños, cine son”, Gerardo Sánchez (Madrid, 1960) defiende que los momentos más significativos de su existencia están ligados a las películas. Algo lógico en alguien que ha visto más de 30.000 filmes desde que su abuela lo llevaba al cine Usera, sintiendo la misma fascinación que Aureliano Buendía al descubrir el hielo junto a su padre. Lógico también en quien dirige, desde hace más de quince años, ‘Días de cine’ en La 2 de TVE. Y más lógico aún en quien ha escrito ‘Memorias de un cinéfilo sarnoso’ (Sílex Ediciones), libro que presentará este domingo 17de noviembre a las 19:00 horas en el Patio de Luces de la Diputación en el marco del Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL).

“Todo lo que me pasa lo relaciono, de una forma u otra, con películas y con mi vida. Parece una fantasía, pero veía demasiadas casualidades. Amigos y compañeros de trabajo me animaron a contarlas y me puse a ordenarlas, pensando que saldrían 40 o 50 páginas. Al final, han sido 420”, explica a LA VOZ sobre la génesis del libro.

Dotado de una memoria prodigiosa que le permite “recordar nítidamente un momento, un destello, una frase, una mirada” de las miles de películas que ha visto, Sánchez traza una biografía sentimental por la que desfilan cientos de títulos, directores, actores y actrices. “Me gusta mucho el cine, pero creo que se puede hablar de él, y de las grandes cosas del arte, sin ser pedante”, apunta sobre su manera de entender el oficio, como demuestra en las introducciones que hace antes de las emisiones de ‘Días de cine clásico’, en La 2, donde caben tanto ‘Casablanca’ como ‘Aterriza como puedas’ o la ‘Trilogía del Dólar’.

Hablando sobre realidad y ficción, Garci aseguraba: “El cine es una vida de repuesto”. ¿Lo suscribe Sánchez? “Como definición es perfecta, pero es una frase más emocional que intelectual. Para mí, las vidas que te proporciona el cine son capas que se superponen a la tuya. Y si no vivimos nuestra vida, difícilmente vamos a disfrutar de las de repuesto de la pantalla”, reflexiona. Él, sin duda, lo ha hecho, como da fe en ‘Memorias de un cinéfilo sarnoso’.