Adán cumple ocho meses. Y lo celebra yendo a su primera entrevista. Esta vez en calidad de acompañante. Menos mal, porque está ahí, en su carrito, durmiendo plácidamente. Hace gestos. Se estira y acomoda. Como si estuviera soñando. Pero nunca deja ver sus ojos marrones, según su madre, “de españolito”. Y eso que suele tener la facultad de romper a llorar cada vez que ella se sienta a comer. Parece que sabe que no es un mediodía cualquiera.
Anabel Veloso (Garrucha, 1980) elige hacer este ‘De tapas con...’ en La Gitanilla porque se ubica en la primera zona que conoció cuando se vino a estudiar a Almería. Entonces vivía en la calle Restoy. Aunque no recuerda bien las tapas típicas del establecimiento, se decanta por el ajoblanco en el mismo momento en que se lo escucha anunciar al camarero. Pide una caña sin alcohol, que rebaja con Fanta de limón. “He apostado muy fuerte por la lactancia materna, parecía difícil por la vida de prisas que llevamos, pero es cuestión de proponérselo”, dice. Y con ello justifica su decisión.
Habla de su reciente maternidad y se le iluminan los ojos orgullosa de su pequeño. También es verdad que es una joven con ángel y, diga lo que diga, siempre irradia dulzura.
“Estoy súper contenta. Al quedarme embarazada surgió el miedo de qué pasará, también por ser bailaora, pero no pasa nada. La vida sigue y mi niño, en lugar de un pan, ha venido con varias giras debajo del brazo”, expresa feliz. Y eso que lleva ocho meses sin apenas dormir y no ha parado de trabajar ni antes ni después de dar a luz. “Mis amigos dicen que estoy lactando por bulerías”. Y rompe a reír.
Volver a los tablaos
En este verano de ajetreo, a Veloso le han coincidido dos giras, el Circuito de Espacios Escénicos Andaluces de la Junta y el Programa de Apoyo al Colectivo Aficionado (PACA) de Diputación. Aparte ha realizado una serie de actuaciones en lugares “muy de verano” como chiringuitos a pie de playa. “Ha sido todo muy en acústico y cercano a la gente. Como con la compañía siempre solemos hacer formatos más grandes en teatros que están más lejos del público, ha sido como volver a trabajar en los tablaos. Tienes a la gente muy cerca y le ves la cara”, indica.
Entre sorbo y sorbo y algún tímido acercamiento a la tapa, Anabel explica que también ha actuado en Jaén, Murcia y Granada. En esta última ciudad, en la Muestra de Arte Flamenco Los Veranos del Corral, que ya suma catorce ediciones y es baile puro y tradicional. “Para mí, que ahora hago más fusión, ha sido como mostrarme al desnudo, pero crítica y público han aplaudido la propuesta”.
Para rizar el rizo de una temporada fascinante, la compañía Deje Flamenco, residente en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar y dirigida por Veloso, presentará su espectáculo ‘Sinfonía fantasmal’ en la Bienal de Sevilla este próximo mes de septiembre. “Es la cita a la que todos queremos ir y, además, con este montaje parece que vamos a poder salir por primera vez al extranjero”, señala.
También con Deje Flamenco, y avalada por el importante apoyo que le está prestando el Ayuntamiento de Roquetas, Anabel Veloso prepara un nuevo espectáculo, ‘La generación del 80’. Se trata de una homenaje a los autores del 27 realizado por los artistas de su quinta, la de los 80. Coreógrafos como Rubén Olmo y Pastora Galván, que en la actualidad están en lo más alto de su carrera, participarán en esta innovad
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/31560/anabel-veloso-estoy-lactando-por-bulerias-no-he-parado-de-trabajar-tras-ser-madre-l