La presentación en sociedad de la nueva sede de Clasijazz superó las previsiones

La inauguración de la nueva sede de Clasijazz, celebrada en la noche del pasado sábado constituyó un rotundo éxito de público. varios cientos de personas quisieron conocer de cerca las excelentes instalaciones que a partir de ahora van a acoger las actividades de esta asociación cultural.
Antes de las nueve de la noche, que era la hora prevista para que comenzara la inauguración, la plaza Maestro Serrano comenzó a reunir a numerosas personas atraídas por la expectación que generó el anuncio de este acontecimiento.
Un divertido pasacalles puso en marcha el programa después de que los asistentes no pudieran resistir la tentación de recorrer las diferentes dependencias, con una especial atención a la sala principal destinada a conciertos y audiciones. Una sala que se quedó pequeña para acoger a las más de trescientas personas que se dieron cita en la nueva sede de clasijazz.
El programa estaba basado en las formaciones propias de clasijazz, correspondiendo a la Clasijazz Big Band el honor de interpretar el primer tema sobre el escenario recién  estrenado.
Pablo Mazuecos, directivo de Clasijazz y  promotor del proyecto que ha hecho realidad el sueño de esta nueva sede, se dirigió al público para  explicar algunos detalles del concierto, pero, sobre todo, para manifestar la tremenda satisfacción que suponía poner en marcha este sueño. Con el talante espontáneo y el tono de cercanía que caracteriza a Clasijazz, Mazuecos encarnó a la perfección el espíritu de esta asociación que, fundamentalmente, un gran grupo de amigos unidos por la música.
La deliciosa voz de Isabel López se sumó a la orquesta en algunos temas, antes de que le tocara el turno a la Joven Big Band del conservatorio, integrada por alumnos aventajados de los cursos y talleres que se imparten. Después, vino el gran momento de la noche, con la presentación de la Big Band Swing and Funky, con sus ochenta músicos en el escenario y las voces de Magdalena Crespo y Ana María López: un broche de oro inmejorable.