El teatro familiar se da cita en Almería con el musical de ‘El Principito’

Las tediosas tardes de domingo tienen solución gracias al ‘Otoño Cultural’ que organiza el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Y es que mañana domingo a las 18 horas las familias al completo  podrán asistir a un magnífico musical de la compañía Telón Tolón.

La obra elegida es ‘El Principito’ de Antoine de Saint-Exupéry, que con una magnífica adaptación en la que no se han dejado ni un solo detalle memorable del cuento del francés, hará que grandes y pequeños salgan entusiasmados del Auditorio Municipal Maestro Padilla.

Las entradas ya están a la venta en la Taquilla Municipal por 15 euros en el nivel A y por 12 euros en el nivel B.

“Había una vez un niño...”
Con la máxima de Saint-Exupéry de “Todos los mayores han sido primero niños (pero no lo recuerdan)”, la compañía Telón-Tolón conseguirá que los niños quieran seguir siendo niños durante más tiempo y que los mayores quieren ser niños de nuevo, por lo menos, durante la obra, que comienza con un “había una vez un niño que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo...” pero cargado de música, puesto que no hay que perder de vista que esta obra es un fantástico musical.

En ‘El Principito’, un pequeño musical, Telón Tolón ha viajado de la novela al teatro, de los dibujos a la música, de la palabra escrita a las canciones actuadas, todo ello para conservar la esencia. Por eso, tanto los niños como las adultos van a encontrar, aparte de un musical de los auténticos (de esos en los que las canciones conforman la verdadera columna vertebral de la historia), el compromiso absoluto y sincero por parte de quienes lo realizan con el texto de Exupéry, con el arte del teatro, con la música y con el público. Pero especialmente con los niños. Porque es a ellos, portadores de una verdad sencilla, a quienes va dirigido este pequeño musical.

Los temas originales, un coro de niños y una puesta en escena llena de imaginación y poesía, hacen de este musical una experiencia única para compartir en familia: los niños aprenden a mirar las cosas con un poquito más de profundidad y los mayores aprenden a ser niños otra vez.