‘El eco de Alhama’ recupera la historia del Teatro Cine Utrera

A principios de los años cuarenta, Alhama de Almería asistía a la inauguración del Teatro Utrera, un sueño en el que trabajó durante dos décadas uno de sus vecinos, Nicasio Utrera Rodríguez. Algunos años después, las instalaciones se convertirían en el Cine Teatro Utrera, y con la llegada del séptimo arte nacía un espacio cultural único en la zona, que se mantuvo activo hasta finales de los años setenta.

La historia del Cine Teatro Utrera, que tomó como modelo arquitectónico el Teatro Apolo de Almería, la rescata Guillermo Artés Artés en el artículo ‘La historia de una ilusión’ aparecido en el último número de ‘El eco de Alhama’, publicación que dirige Mari Carmen Amate.

“El Cine Teatro Utrera fue un revulsivo, un destello de modernización para Alhama y para la comarca, un proyecto ilusionante en una época en la que España acababa de salir de una guerra y en los pueblos no había demasiados motivos de diversión”, explica Amate a LA VOZ.

Alberto Utrera Bervel, nieto del fundador, ha sido una fuente fundamental para Guillermo Artés en un texto que repasa la historia del emblemático inmueble, “el sueño cumplido de una persona luchadora que hizo que la vida de los alhameños en unos años complicados y problemáticos tuviese una vía de escape a su rutina”, escribe el autor.
Además, Mari Carmen Amate destaca la importante función cultural que tuvo el Teatro Cine Utrera, donde se representaron obras de importantes autores españoles de la época. “El médico y humanista Miguel García Arance, que tenía unas dotes especiales para las artes y especialmente para la literatura, preparaba grupos de chicos y chicas que vieron en el teatro un medio para ocupar esos espacios de tiempo libre. Así, el teatro vino a ser un revulsivo en la cultura y favoreció el desarrollo de otras actividades, como representaciones de carácter benéfico”, recuerda.

Y llegó el cine

El Teatro Cine Utrera tenía un patio de butacas con aforo de 280 localidades, a los que había que sumar doce plateas en la zona inferior y doce palcos en la planta superior, seis en cada lado con cuatro localidades cada uno, lo que hacía un aforo total de palcos y plateas de 96 localidades, según publica Artés.

A mediados de los cuarenta comienzan a proyectarse películas y según el artículo una de las primeras fue ‘La mujer de las dos caras’, de George Cukor. “En los pueblos de la zona no había experiencias así. Venía gente andando de Alhabia, Huécija, Alicún...”, apunta Mari Carmen Amate.

El Teatro Cine Utrera llegó a tener una terraza de verano “muy bien acondicionada” que contaba con una pantalla de grandes dimensiones y servicio de bar.

Una revista plural

Con este número, aparecido en diciembre, ‘El eco de Alhama’ ha cumplido dieciocho años. “Ya somos mayores de edad. Es un proyecto muy bonito y sería una pena que no pudiera mantenerse por falta de apoyo”, afirma Mari Carmen Amate. Cada año se editan dos números aunque en 2012, por la situación, sólo ha aparecido éste, que hace el número 32. “Si no son dos al año seguiremos con uno pero lo importante es aguantar. Hay gente que me dice que cómo un pueblo pequeño puede tener tanto que contar pero aún quedan lagunas importantes por tratar y que como alhameña me gustaría conocer”, señala.

Para la directora de la revista, la “pluralidad” es el principal rasgo de ‘El eco de Alhama’. Entre el resto de artículos de esta entrega, que puede adquirirse en la librería Picasso y en librerías de Alhama de Almería, Amate destaca el dedicado a José Salmerón García, que firma junto a Pedro Martínez Gómez. “Fue el único hijo de Salmerón que siguió la actividad política de su padre de forma intensa. Nos ha felicitado el historiador José Luis Abellán, ex presidente del Ateneo de Madrid, porque es un personaje sobre el que no hay nada escrito”.

Entre otros temas, ‘El eco de Alhama’ ofrece también un artículo de Virginia Calvache sobre ‘Alhameños de cine’, la primera entrega de la serie ‘Documentos relevantes’ dedicada a la Sociedad de Baños de San Nicolás y una recopilación de los apodos y motes de la localidad realizada por Juan Martínez López, Francisco Pascual Lucas y Dorita Martínez Burgos.