Isabel Jiménez “Siempre intento hablar de Almería para dar informaciones positivas de alcance nacional”,auto,auto

Evaristo Martínez
13:30 • 01 abr. 2013

“Cada vez que te vemos en la tele decimos que eres un orgullo para el colegio”, escucha al poco de entrar en la Compañía de María. Es el primero de una cariñosa lista de halagos y felicitaciones que Isabel Jiménez (Almería, 1982) recibe tras regresar al centro donde estudió durante quince años. Lo hace invitada por su director, Pedro Mena, para hablar sobre periodismo a alumnos de segundo de Bachillerato. Al acabar la charla, la presentadora de la edición de mediodía de ‘Informativos Telecinco’ atiende a LA VOZ, medio donde dio sus primeros pasos.


Pregunta- ¿Qué recuerdos tiene de su paso por la Compañía de María y qué siente al regresar ahora?
Respuesta-  Es muy bonito, ya que siempre he estado muy vinculada al colegio: hay profesores que son amigos, mi hermano sigue estudiando aquí... He pasado aquí quince años de mi vida, quince años que recuerdo como si fueran ayer. Para mí no hace trece años que me fui de la Compañía, así que vuelvo como si estuviera en casa.

P- Los alumnos acaban de someterla a un ‘tercer grado’ sobre su profesión. ¿Qué le gusta contarles en encuentros así?
R- He querido hablarles de mi experiencia personal para que puedan sacar conclusiones útiles elijan la carrera que elijan. Hago mucho hincapié en la vocación: es importante que elijan una carrera con salidas pero no les voy a desanimar si se decantan por una vocacional. Yo luché por ello pese a que todos me decían que estaba loca.

P- ¿Siempre tuvo claro que quería ser periodista?
R- Con seis o siete años me inventaba artículos, jugaba a ser locutora de radio...  No sé explicar de dónde viene porque en mi familia no hay periodistas ni conocíamos a nadie de los medios pero siempre lo he tenido muy claro.

P- En la charla ha afirmado que le encanta el “reporterismo de calle”. ¿Es donde más cómoda se siente?
R- Lo que me gusta es estar donde está la noticia. Ahora en Telecinco he encontrado ese equilibrio entre estar en plató y poder salir varias veces al año.

P- Sus primeras prácticas fueron en LA VOZ, en verano de 2002. ¿Qué aprendió en este diario?
R-  Muchísimas cosas, sobre todo a conocer mejor la ciudad y la provincia haciendo reportajes. Trabajábamos muchísimo, hacía una o dos páginas diarias. Lo recuerdo como una experiencia muy bonita y enriquecedora.

P- ¿Cómo ve Almería desde la distancia?
R- A las redacciones llegan pocas noticias locales pero siempre intento tirar de Almería para temas positivos que sean noticiables a nivel nacional. El Jueves Santo, los únicos sitios con sol eran la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, y quise que se hiciera un directo desde aquí, porque es una forma de atraer turistas y vender la provincia. Pero la unidad móvil estaba en Granada, se tenía que ir a la ‘madrugá’ de Sevilla y técnicamente no fue posible. Eso sí, en mi entradilla dije que en Almería hacía sol (risas).

P- Los espectadores le conocen por ser el rostro de la noticia. ¿Cómo es el trabajo, tanto suyo como de sus compañeros, que no se ve?
R- Hay muchísima gente: periodistas, corresponsales, delegaciones... más de cien personas detrás del informativo. A las ocho y media leemos la prensa y vemos por dónde va a ir el día, después hay una reunión de escaleta donde los jefes de sección te dicen en lo que van a trabajar y qué temas podemos valorar y luego comienza la labor de edición, en la que se decida qué entra y qué se queda fuera. Salvo el rato de maquillaje y peluquería, estoy toda la mañana escribiendo.

P- La televisión la ha convertido en un rostro popular. ¿Lo lleva bien?
R- Me gusta mucho guardar mi intimidad, apenas uso Facebook y ni siquiera tengo Twitter. La gente es muy cariñosa y al final siempre lo agradeces; no molesta mientras no se traspase una barrera.

P- Su compañera y amiga Sara Carbonero sí está más expuesta. ¿Cómo valora las críticas que recibe?
R- Son muy injustas. Ella ha demostrado ser una gran profesional y puedo defender que además es una gran persona. Es muy tímida, así que puede parecer que pone una barrera. Pero sobre todo es que se la mira con lupa, se estudia al milímetro todo lo que hace. Todos cometemos fallos pero si es ella quien los tiene se monta un revuelo.

P- Cubrió la muerte de Juan Pablo II para Antena 3. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos días?
R- Fue el año de mi vida, como una segunda carrera. Me dio la oportunidad de aprender lo bonito de la profesión y me abrió las puertas de lo que estoy haciendo ahora. También es verdad que luego bajé a la tierra y vi que no todo era así, que no iba a estar durante toda mi vida profesional cubriendo noticias así y abriendo informativos.


P- Ha probado prensa escrita, televisión... ¿No le tira la radio?
R- Yo iba para prensa escrita y la vida me acabó llevando por la televisión. Me hubiera encantado haber tenido la oportunidad de sopesar los tres medios, así que se me ha quedado esa espinita.

P- ¿Y cuáles han sido sus referentes en la profesión?
R- Mi libro de cabecera es ‘Mujer en guerra’, de Maruja Torres; lo habré leído treinta veces... Haber cubierto una guerra es otra espinita que tengo. Soy de las históricas, como Rosa María Mateo, y ahora tengo la grandísima suerte de trabajar con gente como Pedro Piqueras, David Cantero y Concha García Campoy.







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