Seis goyas para ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, uno para ‘Caníbal’

La ceremonia de los Goya tenía este año un marcado acento almeriense que difícilmente volverá a repetirse, con dos ‘contrincantes’ batiéndose en duelo por quince galardones. En una esquina de un imaginario cuadrilátero cinéfilo, ‘Caníbal’, del ejidense Manuel Martín Cuenca, aspirante a ocho premios. En el lado opuesto, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, filme de David Trueba rodado casi íntegramente en localizaciones de la provincia, candidato en siete apartados. Ambos títulos, además, coincidían en categorías relevantes como las de película, director, interpretación masculina y actriz revelación.

Finalmente, ‘Vivir es fácil...’ logró seis goyas, casi un pleno, sólo superado en número total de ‘cabezones’ por ‘Las brujas de Zugarramurdi’, que se alzó con ocho premios, todos en categorías técnicas a excepción del Goya a la mejor interpretación femenina de reparto, para Terele Pávez.

Tanto David Trueba, quien subió tres veces al escenario para recoger los Goyas a película --acompañado por la productora Cristina Huete--, dirección y guión original, como Javier Cámara (interpretación masculina) y Natalia de Molina (actriz revelación), tuvieron palabras de elogio hacia Juan Carrión, el profesor de inglés de Cartagena cuya historia ha inspirado la película.

“Gracias a David por darme la oportunidad en cuerpo y alma a Belén y por creer en mí, en un momento en que es muy difícil creer en nada”, dijo De Molina, quien está vinculada a Almería, donde estudió un año y donde reside parte de su familia.

La primera vez
Estos Goya han servido además para que Trueba y Cámara hayan recogido por primera vez el galardón. “Estar nominado ya es muy difícil, es vencer mucha cantidad de obstáculos. Ganar agrada pero las veces que he perdido he sentido mi trabajo reconocido por la Academia”, apuntó Trueba en declaraciones que recoge Europa Press.

Quien aún tendrá que esperar es Manuel Martín Cuenca, cuyo ‘Caníbal’ fue uno de los grandes derrotados de la noche y sólo pudo levantar el Goya a la mejor fotografía, para Pau Esteve Birba, quien afirmó que el ejidense era “el único responsable” del premio.