‘El pájaro de fuego’ es un ballet compuesto en 1910 por Ígor Stravinski en base a historias del folclore ruso que hablaban de un ave de un brillo intenso que era tanto una bendición como una maldición para su captor. El Ballet de la Generalitat Valenciana presenta este viernes 28 de noviembre en Almería un programa inspirado en este cuento tradicional en homenaje a esos ballets rusos precursores a la hora de unir la danza al resto de las artes para crear un espectáculo total. La cita es las 21.30 horas en el Auditorio Maestro Padilla.
La directora artística del espectáculo, Inma Gil-Lázaro, explica que diversas compañías europeas afrontaron ese homenaje en el año 2010 en reconocimiento a cómo aquellos ballets redefinieron las fronteras coreográficas. “Esta versión de ‘El pájaro de fuego’ nació así y también porque David Brun, su coreógrafo, contaba este mismo cuento todas las noches a su hijo”, señala.
Adaptar este ballet de principios del siglo XX al público del XXI ha sido “relativamente fácil y, al mismo tiempo, difícil”. “El argumento del ballet lógicamente se ha respetado, pero se narra con un lenguaje mucho más orgánico y menos rígido. Eso es un logro de Brun, que ha conseguido crear una nueva poética en torno a un espectáculo que en su origen era bastante multitudinario y ahora llega a Almería interpretado por diez bailarines”, apunta Gil-Lázaro.
La función narra la historia de un rey que tiene tres hijos y encomienda al más pequeño averiguar por qué están desapareciendo las manzanas de oro del bosque. Ese es el punto de partida de un viaje hacia el amor en el que el protagonista contará con la ayuda de un pájaro de fuego para luchar contra un personaje oscuro que tiene capturada a la princesa.
“Es un cuento onírico, pero en algunos puntos puede tener su reflejo en la cotidianeidad. En el fondo, el coreógrafo ha querido imprimir su filosofía, que dice que en la vida hay que luchar por las cosas que realmente quieres”, indica la directora artística en una entrevista a LA VOZ.
Programa Platea
El Ballet de la Generalitat Valenciana actúa en Almería gracias al Programa Estatal de Artes Escénicas Platea. El elenco que viajará hasta aquí está formado por diez solistas que además de representar ‘El pájaro de fuego’ pondrán en escena un programa de la coreógrafa israelí Ohad Naharín. “El público verá el estreno en Andalucía del cordobés Alejandro Amores. Las bailarinas Diana Huertas y Fátima Sanles interpretan otros papeles principales, así como el cubano Yester Mulens que borda su personaje oscuro. En definitiva, os llevamos lo mejor”, añade.
A juicio de Inma Gil-Lázaro, el hecho de que una comunidad autónoma cuente con una compañía de danza de titularidad pública no constituye un lujo, sino “una obligación”. “Al igual que existe una orquesta y un coro, tiene que haber un ballet. Valencia apuesta por la cultura y la danza permite a muchos jóvenes emprender una carrera artística. El resto de regiones deberían hacer lo mismo”, expresa.
“La danza es un arte mayor”
“Eso de que la danza es la cenicienta de las artes es una etiqueta que no se corresponde con la realidad. Cuando nos lo dicen, nosotros contestamos que ésta terminó siendo princesa, así que mucho cuidado. La danza es un arte mayor”. La directora artística del Ballet de la Generalitat Valencia, Inma Gil-Lázaro, considera necesario crear afición entre el público a través de programas estables. “La danza es una de las artes que más fácilmente entra en el espectador. ¿Qué anuncio o película no se basa en el movimiento?”, se pregunta.
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