Historia, belleza y problemática del patrimonio conventual del Andarax

Con la ‘Ruta por la arquitectura conventual del Andarax’ concluye el programa.

Visita guiada realizada por Amigos de la Alcazaba.
Visita guiada realizada por Amigos de la Alcazaba.
La Voz de Almería
14:36 • 14 dic. 2015

El Valle del Andarax guarda hermosos tesoros arquitectónicos en su patrimonio religioso, especialmente en cuanto a su arquitectura mudéjar. La Asociación Amigos de la Alcazaba, con unas cincuenta personas, visitaron tres localidades del valle del Andarax: Huécija, Almócita y Laujar, de la mano de dos importantes expertos: Alfonso Ruiz (profesor de Arte de la UNED) y Joaquín Gaona (profesor de historia e investigador). Se trataba de la última actividad del programa ‘500 Años del Convento de las Puras’ que la Asociación ha celebrado durante el último mes, con siete conferencias que se compilarán en un libro, tres itinerarios y un concierto de música sacra, en colaboración con la UNED, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, la UAL, Instituto de Estudios Almerienses y la Coral Virgen del Mar.




La visita comenzó su ruta en el Convento de los Agustinos de Huécija. Fue fundado en 1511 por Teresa de Enríquez, viuda de Gutierre de Cárdenas, la misma persona que en 1515 fundaría el Convento de las Puras de Almería. Lo hizo por esa misión de adoctrinamiento y cristianización de los conquistadores sobre una población mayoritariamente morisca. Durante la rebelión morisca de 1568 el convento fue destruido, perviviendo solamente su torre cilíndrica. La iglesia actual es del siglo XVIII: un hermoso templo barroco de cruz latina y bóveda de cañón con torre-campanario. Tras los destrozos de la Guerra Civil, cuando perdió el retablo, en 2006 la Junta de Andalucía invirtió 1,7 millones de euros para su magnífica recuperación que ha recuperado su esplendor original.




Sin embargo, esta importante inversión no está colaborando como se esperaba al desarrollo turístico de la zona. En opinión de su alcalde desde hace 20 años, Juan José Ramírez, no se ha culminado el proceso de puesta en valor por la indecisión de los usos. “Una letra –la R- nos separa del obispado: nosotros queremos que la iglesia tenga un uso cultural mientras el obispado desea que el uso sea cultual”. Con casi dos millones de euros invertidos en este monumento, que dejó de dedicarse al culto hace 30 años, parecen lógicos los deseos del Ayuntamiento de Huécija de completar la reconstrucción, con su antiguo claustro, y convertirlo en un centro cultural al servicio de la zona, que permitiera mejorar las condiciones de vida de los casi 600 habitantes de este bello pueblo del río.




Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia de Almócita
Almócita apenas cuenta con 200 habitantes y lucha para no desaparecer. La esperanza está puesta en su patrimonio cultural y natural. Su historia está ligada al pasado musulmán y morisco de la zona, donde en 1570 llegó don Juan de Austria para negociar el fin de la guerra de las Alpujarras, en aquel sitio conocido como Cortijo de las Paces.




Cuenta con un legado importante de época musulmana y morisca, pero hay que destacar su iglesia. De Nª Sª de la Misericordia. En 1700 se comenzó la construcción en sillares y mampostería de esta iglesia, que sustituiría a otra más antigua de principios del siglo XVI. Sin embargo, los terremotos de 1804 y 1838 dejaron en muy estado el edificio y hoy ya ha perdido una parte de su cubierta, que se utiliza como jardín. El segundo tramo está cubierto por una techumbre plana de vigas de hormigón. La restauración ni está prevista ni se la espera. Sin embargo, la iglesia de Almócita merece mejor suerte pues posee una bella fábrica y armadura de madera a cuatro aguas decorada de lacería, quizás de los carpinteros Francisco Martín y Juan Ruiz de la Cámara.




Iglesia de la Encarnación de Laujar de Andarax
La Iglesia de la Encarnación es un edificio de grandes dimensiones, por lo que se la conoce como la “Catedral de las Alpujarras”. Fue construido en 1672 sobre una iglesia anterior. La tradición mudéjar pervive en este edificio barroco, con fábrica de mampostería entre hiladas y rafias de ladrillo y torre cuadrada




Pero fue en el interior el que de alguna manera supuso una gran innovación en la tradición arquitectónica de la zona. Se trata de un hermoso templo barroco, con planta contrarreformista de cruz latina, cubierta e bóveda de medio cañón y cúpula sobre el crucero. Para subrayar la “teatralidad” barroca se construyó a mediados del siglo XVIII un imponente retablo que fue dorado.




El Convento de San Pascual Bailón
En esta última visita la Asociación se contó con la presencia de los Amigos del Convento, que desde hace años luchan sin resultado por la recuperación de esta parte de su historia. Dicen que siempre fue muy querido por los lujareños. Quizás la norma de protección debiera tener como lema “patrimonio querido, patrimonio protegido”. Sin embargo el Convento de San Pascual Bailón ya es una ruina casi completa.


Como otras órdenes religiosas establecidas en Almería en el siglo XVI, el objetivo era la cristianización de la población morisca, por lo que se establecía que debían construirse en la periferia de las poblaciones y obtener los recursos necesarios de las expropiaciones a los vencidos. La protesta morisca se convirtió en rebelión y guerra, con incendio de iglesias y matanzas de religiosos y cristianos viejos. Cuando San Pascual Bailón se estableció en la zona eligió un lugar ya sagrado y llamado la Cruz de los Mártires, en recuerdo de los cristianos sacrificados en la guerra de las Alpujarras. En 1691 comenzaban las obras, de acuerdo con el proyecto del maestro granadino Diego González. Con la desamortización del siglo XIX una parte se dedicó a templo y la otra se ha utilizado como hospital, colegio, fábrica de harina, almacén y cuartel de la guardia civil. Todos estos usos han estrechado los lazos de la población que actualmente se encuentra en un estado lamentable e incluso aparece en la Lista Roja de Hispania Nostra.


El profesor Joaquín Gaona nos habla de las recientes oportunidades que ha tenido este edificio. Pero cuando decidieron construir un centro turístico, o un instituto o un centro de interpretación se optó, en los tres casos, por construir un edificio nuevo y lejos del centro urbano, requiriendo transporte por carretera.



Temas relacionados

para ti

en destaque