Fabri siempre me ha parecido un señor que habla claro y cuando dijo que "por El Toralín ha pasado uno de los mejores equipos de la categoría", decía una vedad como un templo.
Pero no les quiero calentar la cabeza con Fabri y me quiero centrar en el hombre más feliz de Ponferrada. Alfonso García no atendiò al Carrusel porque se tenía que pellizcar para entender que por fin había ganado fuera el Almería.
La jornada fue redonda para salir del descenso y subido al autocar hablaba con sus futbolistas y con el entrenador como en los buenos tiempos. La provincia es verdad que se juega mucho si se baja a Segunda División B pero ¡Y Alfonso!
Contaba Carlos Miralles en el carrusel cómo se movía en el autocar. La mirada perdida en el campo de El Toralín donde el Almería ponía su sello de gran equipo. Ese que quiso dar a los almerienses aparecía a mil kilómetros de distancia.
Alfonso García evitó el protagonismo y se encerraba con los profesionales alejado de los focos y sabiendo que pasarán 7 días en la gloria o quien sabe si jamás volverán al descenso a tenor de la imagen del equipo.
Esta vez el Almería hizo feliz a su presidente y muchos pedimos la hora por inercia cuando lo normal hubiese sido el 1 a 5 para los rojiblancos.
Se juega mucho éste hombre y se merecía una alegría. Todos sabemos que el descenso se lleva por delante el pan de muchos niños y el presidente no quiere jugar con eso y hará todo lo que esté en sus manos para que no baje en Almería.
Este lunes cuando encienda la radio no escucharé en la SER que ocuban el descenso "Almería, Albacete, Llagostera y Bilbao AT". Ahora que pase el siguiente y respirar 7 días ese aire limpio de la victoria.
Este lunes brillará el sol en Almería y Alfonso García hará los negocios con mejor cara.
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