Me parece que ha llegado la hora de cambiar el modelo. Siempre lo digo y nunca lo hacen. No podemos seguir por este camino de intermediarios que bombardean al presidente con el oro y el moro. O firmando a los jugadores que lleva el entrenador de turno.
Ángel Luis Catalina como único miembro de la dirección deportiva debe ser tenido en cuenta a la hora de firmar jugadores ya que él habrá visto más partidos que el presidente esta temporada. Digo yo.
Es cierto que no tenemos un elenco de ojeadores. Es cierto que no hacemos la ruta para seguir a futbolistas, pero debe llegar un momento de cambiar para no seguir cometiendo errores.
Alfonso disfruta mucho en tiempos de mercadillo con los intermediarios y más con los futbolistas a la hora de firmarlos. Tiene mano a la hora de negociar y no siempre da en la diana.
La historia del Almería está salpicada de grandes refuerzos que han llegado en su mayoría de la mano de intermediarios. No se ha fallado tanto y en Segunda División con tanta igualdad hacer equipo te da un ascenso.
Debe buscar Catalina o al que pongan en la dirección deportiva un equipo de ojeadores capaz de peinar el mercado nacional y saber una vez finalizada la temporada (o antes incluso) donde están los jugadores necesarios y cuanto cuestan.
Para cuando el presidente del Almería abra la boca ya debe tener encima de la mesa un mínimo de 5 jugadores por puesto con el correspondiente informe adicional de la persona. Muy importante este último apartado.
Es muy complicado evitar las llamadas de los agentes. Sería imposible cambiar a Alfonso con lo que disfruta en los tiempos de mercadillo pero un Almería más profesional le vendrá muy bien al presidente y a su afición.
Cuando Julio Peguero firmaba en el Recreativo de Huelva terminaron en Primera División. Fundía los coches pero no se equivocaba. Iba a ver a los candidatos un mínimo de diez partidos, cinco de ellos fuera de casa.
Está todo inventado y seguro que con el tiempo se hará. No podemos firmar a Fatau porque el Granada le está buscando equipo, ni podemos ir a por un jugador porque viene de la mano de un intermediario afín.
El presidente debe cambiar, ceder un poco, atender a los que les paga para ello. Evitar errores hará un Almería mejor.
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