Uno no podía retirar la mirada de la pista. Ver de nuevo en acción a los que siempre serán mis niños del Europa Óptica Almería, cuarenta años después, solo podía producirse con la llamada de Rafael Mezquita y Miguel Moreno. Uno como presidente y otro como entrenador se pusieron manos a la obra para conmemorar los 49 años de un club que forma parte de nuestras vidas.
Ellos, siempre los primeros para todo, estaban en el Palacio Mediterráneo atendiendo a las familias de los jugadores y a muchos aficionados anónimos que querían recordar aquellas mañanas de domingo primero y tardes de sábado después, cuando ver al Europa Óptica Almería era disfrutar del balonmano.
Estaban todos
“Pon que juegan todos porque el que no ha venido ha tenido que ser por algo muy gordo”, decía Miguel Moreno a la hora facilitar las alineaciones. Unos mejor que otros. Las tallas de las camisetas más grandes. De estreno. Con menos lavados que las de hace 40 años pero con el mismo espíritu y las mismas ganas comenzaron a jugar y a disfrutar. No había rival. Ellos eran el único peligro sobre la pista ya que para estos jugadores jamás hubo un partido amistoso. Salían a ganar. Al límite.
Toda la grandeza del club no cabía en el Palacio Mediterráneo y en las gradas se reflejaba la emoción de aquellos que hicieron historia en nuestro deporte. El Europa Óptica Almería ha llegado hasta nuestros días gracias a la ilusión y dedicación de una pareja que nunca tuvo descanso. El presidente Mezquita y el entrenador Moreno siguen siendo el alma del Europa Óptica Almería y se vuelven a reunir. Vuelven a celebrar y vuelven a recordar a los que ya no están con ellos físicamente pero habitan en sus corazones.
Redes sociales
Hoy la hemeroteca del Europa se puede consultar en la página web que lleva su nombre. Ellos se convocan por teléfono y redes sociales, pero nada fue tan bonito como verlos de nuevo en la pista. “Son ellos. Nunca se fueron. Mis respetos para todos y el agradecimiento de haber compartido sus vidas deportivas y mucho más”, comentaba el entrenador. Mezquita sigue siendo el jefe, el padre, el amigo, “uno más para todos”, dice.
Ellas dieron la talla
No llegaron tan lejos como los chicos pero el equipo femenino también fue creciendo en las pistas del Europa. Ellas se atrevían con todo y Miguel Moreno las ponía a jugar partidos con los chicos.
Fueron unas adelantadas a su tiempo y llegaron a Segunda División compitiendo con los mismos valores de unos chicos que fueron su espejo y el ejemplo para todas.
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