Dos horas con José María Salmerón hablando de fútbol y de la vida misma dieron para mucho. Lleva pocos días en el paro y asegura que ya tiene ganas de regresar a un banquillo. Genio y figura. Nació con un balón.
¿Cómo es un día de Salmerón sin estar ejerciendo de entrenador?
De lunes a viernes por la mañana trabajo lo que es el análisis de la semana y por la tarde estoy en la Escuela de Fútbol que tengo en el Estadio de La Juventud, y los fines de semana viajar mucho para ver fútbol y jugadores para estar constantemente analizando y formándome a nivel futbolístico. En fin, conocimiento de los jugadores y de los equipos de fútbol.
¿Se trabaja más en el paro o cuando se está ejerciendo de entrenador?
Se trabaja más cuando uno está con el equipo, eso está muy claro. La semana es un análisis constante de la planificación del entrenamiento, del análisis del partido de la siguiente jornada, ver infinidades de vídeos del rival y eso hace que las goles se vayan desgatando durante el día y eso muchas veces es un trabajo de oficina más que de campo.
¿Cuánto dura el golpe de una destitución?
Eso se va asimilando y a la semana uno ya se da cuenta de que no tiene que ir al entrenamiento. La verdad es que cuesta no levantarse para ir al campo de hierba que es, en definitiva, lo que nos gusta a todos los entrenadores.
Salió por la puerta grande del UCAM.
Fue un año y medio en el club murciano fantástico y se consiguió el hito el ascenso a Segunda División; fuimos campeones del Grupo IV en Segunda B y conseguir el ascenso en la Ciudad Deportiva del Real Madrid frente al Castilla, que era un equipo espectacular.
El UCAM Murcia tiene muy poca historia, por lo que el ascenso fue algo maravilloso. Hice todo lo que estaba en mis manos para conseguir el objetivo de la salvación. Luego, estuve seis meses; no fueron fáciles y estaba convencido que, partiendo desde la tranquilidad, lucharíamos hasta el final por salvarnos.
Sale José María Salmerón y entra Francisco...
Ha sido solo una coincidencia del fútbol. Él estaba sin trabajo y el UCAM optó por otro entrenador que también es almeriense.
¿Qué se ha encontrado Francisco en un vestuario que conoces bien?
Puede estar muy tranquilo porque el vestuario del UCAM Murcia es muy limpio, con grandes profesionales del fútbol y ejemplar. Son jugadores que dan todos los días lo que tienen para ayudar, por lo que Francisco no se encontrará ningún problema en el vestuario del UCAM.
Vamos con el Almería, ¿cómo ves el panorama del equipo de Soriano?
Creo que cumplirá su objetivo esta temporada porque tiene equipo y entrenador para lograr la meta de la permanencia. Es normal que toda Almería y el presidente anda preocupado con la situación del equipo. Entiendo que hay que mantener la tranquilidad en el Almería para no descender a Segunda B y mantener esta temporada la categoría de plata del fútbol nacional. Es el momento de mantener la tranquilidad en el Almería en todos los sentidos: club, periodismo, afición, directiva... porque todos deben remar en el mismo sentido para salir de abajo y salvarnos esta temporada.
¿Salmerón está tranquilo con el Almería abajo?
Claro que estoy preocupado porque soy almeriense, pero no podemos olvidarnos que la categoría de la Segunda División es muy larga; receto tranquilidad para ir saliendo de abajo. Vuelvo a recordar que es el momento de tomar las decisiones desde la tranquilidad siempre.
¿Echa en falta ya estar de nuevo en el banquillo?
La verdad es que a la semana siguiente echaba en falta el banquillo porque los entrenadores siempre llevan la pasión de poder entrenar.
¿La puerta del Almería se cerró o se quedó abierta cuando se marchó?
No lo sé. Yo solo trabajo cada temporada; la verdad es que no si se cerró o se quedó abierta la puerta del Almería, pero creo que no es una posibilidad ahora mismo a corto plazo. Soriano es un buen entrenador y entiendo que está trabajando; espero y deseo que esté durante mucho tiempo en el Almería.
¿Un sueño deportivo que aún no ha cumplido?
Me gustaría entrenar en Primera División; no es lo que me hace falta, pero sí es lo que todavía no he conseguido en mi carrera. He logrado ascensos a diferentes categorías, pero el único que no he conseguido es el de estar entrenando en Primera.
Le lleva el mismo representante que lleva a Lucas Alcaraz.
Más que mi representante es mi amigo; me llevo bien con él porque se preocupa por las personas.
¿Un sueño personal?
Que mi familia sea feliz; ese es el mayor sueño que tengo en el aspecto personal
¿Qué tres cosas se llevaría a una isla?
La familia, un balón y... ¡una tele para ver fútbol!
¿El entrenador está en manos del futbolista?
(silencio). Hay que tener un buen vestuario y muchas condiciones se tienen que dar para hacer al final una buena temporada.
¿Cuál es su receta para llevar un vestuario?
Cada jugador es de su padre y de su madre; trato de ser uno más en el grupo. Hay que ser un entrenador equilibrado. El equilibrio es clave en el fútbol y en la vida.
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