El recambio de Soriano es... da lo mismo. Es un tema de futbolistas. Es el vestuario el que no funciona y para esto no se necesita un entrenador. Hace falta un Mago.
Da igual el que venga. Son muchos entrenadores para los mismos futbolistas. Una selección de lo mejor de cada casa que ha venido al Almería para subirlo a Primera y lo tienen en Segunda B. Menuda plantilla.
Alfonso ha traído lo que le ha pedido Sergi. Lo que quiso Pipo Goro. Los elegidos a dedo por Soriano y los refuerzos de esta Navidad. La mayoría de ellos jugadores pegados al móvil y a su representante más que al escudo.
Futbolistas que al día siguiente de descender llamarán a su representante para que les saquen de Almería y les lleven a otro club de Segunda. Ellos un paso atrás: ni mijita.
Alfonso tiene que abrir los ojos y empezar buscando un director deportivo que sea capaz de hacerle una plantilla joven, de proyección y con hambre. Esa hambre que echamos de menos en Almería.
Quedan puntos para salvar la categoría. Hay buenos futbolistas en plantilla pero el vestuario no está unido y si no lo consiguen estamos en Segunda División B.
Es una máxima en el fútbol: vestuario podrido equipo hundido.
Da igual quien venga.
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